Receta de albóndigas de bacalao con salsa de avellanas


Estas albóndigas de bacalao con salsa de avellanas son una de esas recetas que se cocinan en un abrir y cerrar de ojos.
Estas albóndigas de bacalao con salsa de avellanas son una de esas recetas que se cocinan en un abrir y cerrar de ojos. Rápidas y deliciosas, el bacalao es un básico que nunca puede faltar en ninguna cocina y menos en estos días tan especiales. Vamos a cocinar unas maravillosas albóndigas que, además, podremos tener siempre en el congelador para cualquier emergencia. Con una sencilla salsa estarán impresionantes, en este caso, unas avellanas serán las culpables de darle al bacalao un sabor y texturas que destacarán aún más. Atrévete a probar estas increíbles albóndigas.
Ingredientes:
Cómo preparar unas albóndigas de bacalao con salsa de avellanas
- Esta receta además de ser muy sencilla quedará de cine. Nos ponemos manos a la obra con el bacalao. Lo vamos a cocer con agua y una hoja de laurel. Para esta receta mejor que sea congelado es más fácil de tener en perfectas condiciones siempre disponible.
- Cuando tenemos el bacalao cocinado, lo escurrimos. Quitamos la piel y las espinas que pueda tener. Lo ponemos en un bol para crear las albóndigas perfectas.
- Remojamos el pan con la leche para darle ese interior cremoso que necesitamos. Mezclamos el pan con al bacalao hasta que se cree una masa perfecta.
- Incorporamos el huevo batido y un poco de harina para que ganen algo de consistencia. Ponemos la sal y pimienta al gusto. Esta será la masa de las albóndigas.
- Damos forma a las albóndigas y empezamos a dorarlas en una sartén para sellar este maravilloso bocado.
- Continuaremos con la salsa. En un mortero ponemos las avellanas, las trituramos todas, incorporamos al vino y un trocito de pan frito.
- Ponemos el contenido de este mortero con las albóndigas. Añadimos un poco de agua para que no nos queden demasiado secas.
- Tapamos y dejamos que se cocinen durante unos 15 minutos. Si nos queda la salsa poco espesa podemos añadirle una cucharada de maicena unos 5 minutos antes de parar el fuego.
- De esta forma tan sencilla tendremos listas unas albóndigas que estarán listas para triunfar. Las servimos con un poco de pan y una copa de vino, estarán increíbles, suaves por dentro y deliciosas, con el toque crujiente de las avellanas quedará un plato de restaurante.
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