Calviño, la ministra ‘fake’

Nadia Calviño

Peor que la incompetencia es la mentira. Y eso, la pura falacia, es lo mejor que sabe hacer la vicepresidenta económica y ministra de Economía, Nadia Calviño, cuya propensión al embuste ha alcanzado cotas imbatibles. Lo último ha sido negar la evidencia y mantener la tesis de que quienes advierten de que España puede entrar en recesión al acumular dos trimestres de crecimiento negativo son unos apocalípticos sin escrúpulos. La inmensa totalidad de los organismos naciones e internacionales, entre ellos el Banco de España o la AIRef, alertan del retroceso de nuestra economía, pero Calviño insiste en que nuestro país crece con fuerza y por encima del resto de las naciones de nuestro entorno. Se olvida decir que la economía española será la última en recuperar los niveles previos a la pandemia.

Ignora igualmente que todos los indicadores alertan del parón económico y, en el colmo de la hipocresía, mantiene unas cifras de crecimiento del PIB para 2023 que han sido impugnadas por todo el mundo financiero sin matices. Y lo que ya es de aurora boreal es que mantenga que los fondos europeos que recibirá España el próximo ejercicio catapultarán el crecimiento de España a las mal altas cotas. Nadia Calviño se supera cada día en su estrategia de deformación de la realidad y lo hace, encima, con una soberbia y vanidad insuperables. Se ha convertido en el ala más fake de un Ejecutivo que se ha subido a lomos de la patraña más indecente. Mienten como bellacos y lo hacen, además, con alevosía. Si en lugar de ser ministra de Economía del Gobierno de España fuera la máxima responsable de una empresa del Ibex y falseara los datos con la ligereza que falsea las cifras de la economía nacional, estaría ya en la calle

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