El preso Urdangarin tendrá derecho a un vis a vis al mes con su mujer y a gastar 100€ a la semana
El preso Iñaki Urdangarin tendrá derecho a mantener un vis a vis íntimo con su mujer y otro familiar con sus hijos, una vez al mes. No se le permitirá tener teléfono móvil, aunque podrá realizar diez llamadas a la semana. No podrá manejar dinero en efectivo, pero dispondrá de una tarjeta de plástico para gastar hasta 100 euros a la semana en el economato de la prisión.
Y por supuesto, necesitará varias semanas para acostumbrarse a dormir en una celda compartida de apenas nueve metros cuadrados y a la rutina de los horarios de la prisión. Lejos de la lujosa mansión de Washington en la que residió durante años con su familia y de la vida social que le llevó a codearse con los miembros de la Familia Real y a sablear con su falsa ONG a políticos como el ex presidente del Govern balear Jaume Matas.
La Audiencia Provincial de Palma de Mallorca dará a conocer este viernes a las 12 del mediodía la sentencia del caso Nóos, en la que Urdangarin y su ex socio Diego Torres están acusados de apropiarse de 6,2 millones de euros de las Administraciones públicas mediante contratos hinchados y facturas falsas. La Fiscalía pide para Urdangarin una pena de 19 años y medio de cárcel, aunque es muy probable que el fallo del tribunal reduzca sensiblemente esta cifra.
El condenado puede solicitar un centro penitenciario concreto para cumplir la pena, si justifica su arraigo familiar e ingresa voluntariamente dentro del plazo concedido por el tribunal. Así ocurrió con el ex presidente del Govern Jaume Matas, quien eligió la cárcel de Segovia para cumplir nueve meses de condena en una pieza separada del caso Palma Arena.
Ni móviles ni bebidas alcohólicas
La decisión última corresponde a la Instituciones Penitenciarias, que puede enviar al reo a la prisión más próxima a su domicilio. Algo que resulta más complejo en el caso de Urdangarin, quien reside actualmente en Ginebra (Suiza) junto a su esposa y sus cuatro hijos, de entre 11 y 16 años.
Durante su primer día en prisión, Urdangarin deberá someterse al protocolo de ingreso: será cacheado, tomarán sus huellas y se elaborará una ficha con sus datos personales y penales. Los funcionarios examinarán sus pertenencias para evitar que introduzca en la celda objetos no permitidos: ni teléfonos móviles, ni bebidas alcohólicas, ni colonia (pues también contiene alcohol), ni tubos de pasta de dientes, ni por supuesto objetos punzantes. La comida se sirve con cubiertos de plástico.
En esta primera jornada, se entrevistará con un médico, un educador y una trabajadora social. Este equipo clasifica al interno y le asigna un módulo de acuerdo con su perfil. En función del riesgo que aprecien estos especialistas, también se le puede aplicar el Protocolo de Prevención de Suicidios (PPS), en cuyo caso deberá estar acompañado siempre por otro reo en la celda durante sus primeras semanas.
Aunque con ligeras diferencias, el horario es muy similar en todas las prisiones españolas: los presos son despertados a las 7,45 horas. Los funcionarios abren las celdas y realizan el recuento. Tras un rato para vestirse y arreglar la celda, los internos bajan a desayunar a las 8,30.
Celdas compartidas de 9 m2
A continuación, hasta la hora de la comida (las 13 horas), Urdangarin podrá salir al patio, participar en un taller o desempeñar un oficio. Estas dos últimas opciones serán valoradas por el juez de vigilancia penitenciaria a la hora de concederle permisos, una vez haya avanzado su condena.
Entre otros oficios, Urdangarin podrá trabajar en la cocina o en economato, en la limpieza de las zonas comunes o realizar tareas de mantenimiento como electricista, fontanero o albañil. A cambio, recibirá del Estado una remuneración económica que ronda los 400 euros al mes.
Tras malversar más de 6 millones de euros, el esposo de la infanta Cristina no podrá manejar dinero en metálico en prisión. Tanto si recibe una asignación económica del centro penitenciario o si su familia le hace ingresos, este dinero queda depositado en su cuenta personal. Dentro del centro, Urdangarin realizará todos los pagos con una tarjeta de plástico, que se carga con un límite de 100 euros a la semana.
Con este dinero, podrá comprar en el economato todo lo que precisa: desde comida (café, latas de conserva o bebidas sin alcohol), hasta productos de limpieza e higiene personal. O una televisión, que podrá ver en su celda. La comida se sirve a las 13 horas y después los internos pueden permanecer hasta las 16,30 en la celda: un cubículo de unos nueve metros cuadrados, habitualmente compartido por dos reos con literas, con un váter y una mesa.
Separados sólo por un cristal
A continuación, los presos pueden salir de nuevo al patio, entrenar en el gimnasio o trabajar en sus talleres, hasta la hora de la cena (entre las 19 y las 20 horas). Además de tomar el sol o jugar al balonmano en el patio, Urdangarin también podrá dedicar su tiempo libre a estudiar. Todos los centros penitenciarios cuentan con profesores que dan clases para obtener el graduado escolar o el título de Bachillerato. No es su caso, pero también tendrá facilidades para estudiar otra carrera a través de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED).
En cuanto al régimen de visitas, Urdangarin podrá mantener una comunicación durante 40 minutos en el locutorio cada fin de semana (sin contacto físico, hablando por un teléfono y viéndose a través del cristal) y un vis a vis íntimo con su mujer de una hora de duración una vez al mes.
También tiene derecho a un vis a vis familiar una vez al mes (pueden estar presentes un máximo de cuatro personas) y, cada tres meses, un vis a vis de convivencia, en el que permanecen distintas familias de presos durante cuatro horas en una sala más amplia. Urdangarin podrá solicitar la presencia de su abogado en cualquier momento y realizar un máximo de diez llamadas telefónicas a la semana.