El rapero podemita Pablo Hasél citado el jueves en la Audiencia Nacional por enaltecer el terrorismo
La Audiencia Nacional ha llamado a declarar el próximo jueves como investigado al rapero Pablo Hasel, por 15 tuits que publicó entre diciembre de 2015 y abril último y que podrían ser constitutivos de delitos de enaltecimiento del terrorismo, contra la Corona y calumnias e injurias contra las instituciones del Estado. El juez José de la Mata adoptó esta decisión tras admitir a trámite la denuncia que interpuso la Fiscalía de la Audiencia Nacional contra el rapero, al que este tribunal condenó en abril de 2014 a dos años de cárcel por enaltecer en canciones suyas que subió a YouTube el terrorismo de ETA, los Grapo, Terra Lliure o Al Qaeda.
Se trata por tanto de la segunda investigación que se le abre a Pablo Hasel en la Audiencia Nacional por su actividad en las redes sociales, lo que en esta ocasión podría incluso acarrearle su ingreso en prisión.
La posibilidad de que entre en prisión la planteó la Fiscalía en su denuncia al reclamar que se pregunte a la Sección Tercera de lo Penal -el tribunal que le condenó- si a la luz de estos nuevos hechos debe ingresar en prisión a cumplir la pena que se le dejó en suspenso al carecer de antecedentes penales.
En su denuncia, la Fiscalía reproduce esos 15 tuits en los que el rapero hizo comentarios de este tipo: «Los parásitos de los Borbones siguen de trapis con los decapitadores de los homosexuales», «Los amigos del reino español bombardeando hospitales mientras Juan Carlos se va de putas con ellos», «Guardia Civil torturando o disparando a emigrantes» o «Es un error no escuchar lo que canto, como Terra Lliure dejando vivo a Losantos».
Destaca además la Fiscalía que el perfil en Twitter de Pablo Hasel cuenta con 54.500 seguidores, lo que lleva a que cualquier «idea, noticia o publicación en este perfil puede extenderse hasta el infinito en cuestión de segundos, sin límite alguno».
«Una media de 200 tuits diarios»
De hecho, considera que Hasel «se aprovecha del tirón mediático para desbordar las redes sociales», llegando a publicar «una media de 200 tuits diarios» con comentarios «poco afortunados, calumniantes e injuriosos hacia las instituciones, autoridades o Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado».
El nombre de Hasel volvió a aparecer en los medios a raíz de la investigación que abrió la Guardia Civil para investigar los comentarios «humillantes» en las redes sociales contra el torero Víctor Barrio, fallecido el 9 de julio tras una cornada en Teruel.
Uno de los comentarios más polémicos fue el del rapero que, tras el fallecimiento del torero, publicó en su cuenta de Twitter: «Si todas las corridas de toros acabaran como la de Víctor Barrio más de uno íbamos a verlas».
Cuando Hasel fue juzgado en la Audiencia Nacional trató de escudarse en la «libertad de expresión y de creación como artista» para justificar la letra de sus canciones en YouTube, pero la Sala consideró que en los mensajes difundidos en esas canciones «late de una manera patente el discurso del odio».
«No es admisible en el ámbito de la libertad de expresión incitar a la violencia, o realizar un discurso de odio», como es la alabanza o justificación de acciones terroristas y «el deseo de nuevas actuaciones de los grupos terroristas», concluyó la sentencia de la sección tercera, que el pasado marzo confirmó el Supremo.