Iglesias lleva 40 días escondiéndose de los medios en pleno escándalo judicial en Podemos

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Pablo Iglesias sigue mudo ante la investigación que cerca a Podemos sobre su presunta ‘caja B’. El líder de los morados lleva cuarenta días sin atender a los medios de comunicación, evitando así las preguntas sobre la crisis que atraviesa su formación.

El secretario general de Podemos ha reaparecido este lunes, tras un mes sin actos públicos. Lo ha hecho en la conferencia-mitin de Pedro Sánchez. Pero de forma discreta. Iglesias no ha atendido a los medios y se ha limitado a escuchar la charla ofrecida por el presidente socialista. Lleva sin comparecer ante los medios desde el pasado 22 de julio.

El 31 de julio Iglesias dijo adiós a su agenda pública para sumergirse en un silencio que no ha sido interrumpido ni por la grave situación por la que atraviesa España ni por la imputación de Podemos como persona jurídica en la causa que investiga la financiación del partido tras la denuncia presentada por el abogado purgado José Manuel Calvente ante el juez.

En este tiempo, ha sucedido además las crisis en la coalición. Pero, aún así, el líder podemita ha preferido guardar silencio: se ha mantenido sin actos durante cuatro semanas, y más de cinco sin responder a la prensa. Iglesias sigue así con su táctica evasiva para evitar preguntas acerca de la crítica situación que está atravesando su partido y sobre la que han abundado las informaciones durante el periodo estival.

La única reacción de Iglesias tras la imputación de Podemos se produjo desde su cuenta de Twitter, a través de un hilo en el que explicaba su opinión sobre la investigación por las presuntas irregularidades en las finalzas de Podemos.

Iglesias defendió la existencia de la ‘Caja de Solidaridad’, que se investiga, y atribuyó las acusaciones a su posición sobre la Monarquía o la «justicia social».

«Entendemos que algunos estén muy interesados en que ahora pasemos meses defendiéndonos en los medios de acusaciones sin fundamento», aseguró en el mensaje.

“Salud democrática”

Las últimas palabras de Iglesias a la prensa se realizaron en El Escorial, durante la celebración de los cursos de verano de la Universidad Complutense. En aquel momento el juez no había imputado aún al partido como persona jurídica.

«A nosotros nos llevan investigando desde que nacimos. Creo que es un elemento de salud democrática que se siga investigando y que la investigación llegue hasta el final. Nuestra máxima colaboración con la justicia, como siempre», aseguró entonces el líder de Podemos sobre la investigación.

Iglesias aseguró también que a su partido le han acusado recurrentemente y siempre «ha quedado en nada»: «En esta ocasión ocurrirá lo mismo, pero tenemos que acostumbrarnos a que esa situación se va a seguir produciendo. Máxima colaboración con la justicia, quien nos acuse de delitos debe ir a los tribunales», apuntó entonces el ahora desaparecido Iglesias.

Unos días antes, participó en una entrevista en los informativos de Telecinco. Las preguntas se centraron en la salida del Rey emérito de España, ya que por entonces, el partido aún no había sido imputado.

‘Caja B’ de Podemos

La formación de Pablo Iglesias está imputada en el marco de la investigación por irregularidades en su financiación.

El juez acordó las diligencias tras la declaración del ex jefe del equipo jurídico de Podemos, José Manuel Calvente -purgado del partido por sus indagaciones- quien ratificó que la formación morada tenía una ‘caja B’ y pagaba sobresueldos.

El letrado enumeró «una a una» las irregularidades expuestas en la denuncia presentada ante la Guardia Civil, que ha dado lugar a la apertura de esta investigación judicial contra Podemos. En la misma hablaba de la existencia de una ‘Caja de Solidaridad’ que estaba siendo utilizada como una ‘caja B’ del partido para ocultar gastos opacos.

Esta caja fue creada en 2018 a iniciativa de Rafael Mayoral, secretario de Sociedad Civil y Movimiento Popular de Podemos, y se nutría de las donaciones mensuales de cargos públicos estatales del partido. Por tanto, según su Reglamento, este dinero debía destinarse a «donaciones a colectivos, entidades, procesos litigiosos o cajas de resistencia de colectivos en movilización y o huelga que pueda haber abiertas».

Sin embargo, José Manuel Calvente detectó irregularidades al observar que esta ‘Caja de Solidaridad’ estaba siendo utilizada por Rafael Mayoral para realizar donaciones de forma indiscriminada y sin control legal alguno sobre los destinatarios, a supuestas entidades opacas y sin identificar. Entre estas entidades se encontraba una supuesta asociación denominada #404 Comunicación Popular que no está registrada.

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