El CNI detectó una red de agentes secretos marroquíes en España cuando Sánchez y Robles fueron espiados
El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) descubrió una red de varios agentes secretos marroquíes desplegados en La Rioja en mayo de 2021, justo cuando los móviles de Pedro Sánchez y Margarita Robles fueron objeto de espionaje con Pegasus. En ese momento, España acogió en un hospital de Logroño a Brahim Ghali, líder del Frente Polisario. La institución que ha descubierto las escuchas al presidente del Gobierno y a la ministra de Defensa ha sido el Centro Criptológico Nacional (CCN), que ha remitido al Ejecutivo a través del CNI dos informes técnicos en los que se denuncia esta brecha de seguridad. Por el momento no está clara la autoría del ataque a los terminales móviles del Gobierno.
El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, aseguró durante su rueda de prensa de urgencia en el Palacio de La Moncloa que los móviles de Sánchez y Robles fueron objeto de varias infecciones por la herramienta de espionaje Pegasus entre los meses de mayo (el del presidente del Gobierno) y junio de 2021 (el de Robles). Sin embargo, no ha aclarado la fecha exacta en la que el Ejecutivo tuvo conocimiento de estas graves intrusiones.
El Gobierno asegura que el pasado 1 de mayo recibió dos informes del CCN donde se desvelaban estos hechos. El descubrimiento del espionaje se ha producido después de que el CCN realizara un minucioso análisis forense de los dos móviles. Para ello, fue necesario que Sánchez y Robles entregaran sus dispositivos durante un periodo de entre 24 y 36 horas. Las revisiones periódicas a las que se someten los teléfonos de los altos cargos del Gobierno no habían detectado este ataque a través de Pegasus.
Mientras que Sánchez recibió dos ataques, en los que le extrajeron un total de 2,6 gigas y 130 megas de datos, los atacantes lograron hacerse con 9 megas de datos de la ministra de Defensa. Bolaños también ha explicado que justo cuando el CNI ha informado al Gobierno sobre estos hechos la Abogacía del Estado ha presentado una denuncia ante la Audiencia Nacional, que es el órgano jurisdiccional competente para investigar este tema. En concreto, ante el juez de guardia, el titular del Juzgado de Instrucción número 4, el juez José Luis Calama.
Espías en Logroño
En mayo de 2021, el Gobierno tomó la decisión de acoger en el hospital San Pedro de Logroño al líder del Frente Polisario, Brahim Ghali. Mes y año que coincide con el periodo en el que Sánchez fue espiado. La iniciativa de acoger a Ghali fue interpretada por parte de Marruecos como un ataque frontal. Este hecho provocó que Mohamed VI pidiera a su embajadora en Madrid, Karima Benyaich, que cerrara filas con España y abandonara el país. En aquel momento el ‘caso Ghali’ hizo que las relaciones diplomáticas entre España y Marruecos se rompieran por completo. De hecho, la crisis que se generó acabó con el cese de Arancha González Laya, entonces ministra de Exteriores, que argumentó la acogida de Ghali como una “labor humanitaria”.
El viaje de Ghali a Logroño encendió las alarmas de Marruecos y, por ende, de sus servicios de inteligencia. En efecto, varios agentes de inteligencia marroquíes fueron desplegados por Logroño para seguir de cerca los pasos de Ghali, que se encontraba ingresado en una habitación del hospital San Pedro de la ciudad del vino. Al menos dos de estos agentes se alojaron en un hotel de la Avenida Gran Vía Juan Carlos I.
Todos los movimientos de los espías de Marruecos fueron monitorizados por la División de Contrainteligencia del CNI. Teóricamente, su misión es defender a España del espionaje de potencias extranjeras. En la práctica, el día a día de La Contra, como se denomina de manera coloquial a esta área del CNI, consiste en detectar y neutralizar las operaciones de los servicios de inteligencia extranjeros contra España.
La ubicación de Ghali en el hospital, que en aquel momento era un secreto, fue desvelada por este periódico después de una intensa investigación de campo sobre el terreno. También la identidad de las personas que le acompañaban. Entre ellos, Salem Lebsir, su mano derecha en el Frente Polisario. La dificultad para obtener la información fue máxima ya que las instalaciones hospitalarias estaban blindadas para evitar cualquier fuga de información.
Tal y como ha podido saber OKDIARIO, el CNI tiene medios más que suficientes para determinar la procedencia exacta del ataque informático que han sufrido los terminales de Sánchez y Robles, paralelamente a la investigación que se lleve a cabo por parte de la Audiencia Nacional. Sin embargo, en ningún caso revelará su origen en el momento en el que cuenten con la información. Hay dos motivos: el primero es que la Ley de Secretos Oficiales se lo impide al tratarse de información clasificada con el grado de secreto o reservado.
Y, en segundo lugar, porque, de hacerlo, provocaría un conflicto diplomático de enormes dimensiones con el país señalado. Aún así, en estos momentos, no es posible señalar ni a Marruecos, ni a Rusia, ni a China, ni a Cuba como países susceptibles de estar detrás del ataque por una sola razón: se desconoce por completo.
La misión del CCN es reducir los riesgos y amenazas “contra la Seguridad Nacional, el Estado de Derecho, la prosperidad económica y el normal funcionamiento de la sociedad y de las administraciones públicas” provenientes del ciberespacio. Su máxima responsable es Paz Esteban, directora del CNI. Cuenta con grandes capacidades tecnológicas y un brillante factor humano. Esto hace que, como organismo de Inteligencia, se encuentre en el top de los servicios secretos europeos. Su trabajo ha sido el responsable de la resolución de multitud de problemas, aunque no hayan trascendido públicamente. Porque, como reza uno de los lemas del CNI: “Nuestro éxito es la normalidad”.