Sumar

Belarra y Montero no reúnen a la dirección de Podemos tras el batacazo y negocian por su cuenta con Sumar

Belarra Montero Podemos
La dirección de Podemos que no se reúne desde el 1 de abril.

La dirección de Podemos, que encabezan Ione Belarra, Irene Montero y Lilith Verstrynge, maniobra a espaldas al Consejo Ciudadano Estatal (CCE), el principal órgano de tomar decisiones entre los congresos del partido (la Asamblea Ciudadana Estatal conocida por los morados como Vistalegre). El resto de formaciones políticas como PP, PSOE, Vox y Ciudadanos han realizado en las últimas horas reuniones de sus órganos directivos asimilables al CCE de Podemos.

Las críticas dentro y fuera del partido se han hecho patentes por la falta de liderazgo y transparencia tras el batacazo del 28M. En la noche electoral, la dirección de Podemos esquivó la foto de la derrota junto a sus candidatos en Madrid, Roberto Sotomayor y Alejandra Jacinto. Belarra se limitó el día siguiente a una intervención sin aceptar preguntas en la que simplemente prometió llegar a un acuerdo con Sumar.

En lugar de reunir a los miembros del Consejo Ciudadano Estatal que componen los 17 coordinadores regionales, las 89 personas elegidas en la Asamblea Ciudadana Estatal, los representantes de los círculos y de los inscritos que viven fuera de España, entre otros, Belarra y Montero trabajan a puerta cerrada.

A pesar de que saben que buena parte del poder territorial de Podemos se inclina en dar prácticamente carta blanca a Yolanda Díaz de cara al 23J, Belarra, Montero y Verstrynge se empeñan en negociar por su cuenta sin escuchar a sus compañeros como marcan los estatutos.

Precisamente ese documento interno que marca el funcionamiento de Podemos dice que el CCE tiene como «competencias»: «impulsar y desarrollar la línea política de Podemos aprobada por la Asamblea Ciudadana, manifestar su opinión en asuntos relevantes», entre otras. Precisamente cómo se presentan en los próximos comicios nacionales a todas luces es un aspecto relevante para la formación.

Consulta

En otro punto de los estatutos se apunta, además, a que cabría convocar un congreso nacional ante la situación crítica que vive Podemos. «La Asamblea Ciudadana Estatal será consultada de forma preceptiva para la toma de decisiones de especial relevancia», se recoge. Este partido, que convocó una consulta sobre el célebre chalet de Pablo Iglesias e Irene Montero, ahora no quiere escuchar a sus bases sobre qué posición adoptar en Sumar. De forzar una coalición que si no se acepta conduce a una candidatura alternativa por separado a la postura contraria: ser dóciles y aceptar que ahora el liderazgo y el poder tienen que correr a cargo de Yolanda Díaz.

Podemos se enfrenta así a una sangría de fugas internas. Sus estatutos fijan como «medida cautelar la suspensión de los derechos de afiliación de cualquier persona afiliada a Podemos cuando se produzca su integración oficial en las primarias o en las listas electorales de otro partido que compita electoralmente con Podemos». Si finalmente no hay acuerdo se da por hecho que Sumar captará cuadros del partido morado para sus listas.

Primarias

Por otra parte, los estatutos fijan la obligatoriedad de hacer primarias. «Elegir las listas electorales para optar a cargos públicos para las instituciones de representación de carácter estatal», se estipula, se hará «mediante primarias abiertas a las personas inscritas». Sin embargo, se incumplirá este punto tras el anuncio de Pedro Sánchez de adelantar los comicios previstos inicialmente para diciembre. Yolanda Díaz también aseguró: «Las candidaturas de Sumar las va a decidir la ciudadanía. Habrá primarias», si bien quedaba por cerrar el formato de las mismas. Ahora, todo queda en el aire.

Iglesias se quejaba precisamente esta semana de la falta de una institucionalidad interna en Podemos que marque cómo son los procedimientos propios. Aunque existe un estatuto claro, la tensión con Sumar se dirimirá con total opacidad, haciendo bueno el lema de sálvese quien pueda.

Lo último en Elecciones

Últimas noticias