¿Cuáles son las ventajas del seguro de responsabilidad civil?

Contrato - Hipotecas
Firma de un contrato. (Foto: Getty/iStock)

Durante la prestación de un servicio o la actividad, pueden suceder todo tipo de contingencias que en ningún momento nos hubiéramos imaginado. Algunas de ellas, hasta pueden ser causadas por hechos del todo incontrolables y sobre los cuales no hay posibilidades de influir. Estos imprevistos pueden originar, además, un coste que la compañía o emprendedor deberá afrontar. Para evitar sufrir esta pérdida, es interesante estudiar la posibilidad de contratar un seguro de responsabilidad civil.

El seguro de responsabilidad civil es aquél que cubre las indemnizaciones por daños y perjuicios causados por una determinada actividad profesional, tanto si este daño lo ha causado el propio emprendedor o cualquier otra persona que dependa de él.  Es especialmente importante en los autónomos. En este caso, su responsabilidad ante cualquier contingencia es ilimitada, hecho que supone tener que hacer frente con todo el patrimonio propio a cualquier problema consecuencia de la actividad. Gracias al seguro, este pago queda cubierto por la compañía de seguros.

Según la actividad que desarrolle la empresa, será más conveniente un tipo de seguro de responsabilidad civil u otro. Encontramos los siguientes tipos:

Responsabilidad civil general

Cubre cualquier tipo de daño directo, material o personal, que un profesional ocasione sobre cualquier otra persona u objeto. Por lo tanto, lo usan especialmente aquellos que, como consecuencia de su actividad, pueden ocasionar algún daño; como los que trabajan en la construcción, el transporte, la limpieza… Algunas de las coberturas más habituales son las siguientes:

  • Utilización de maquinaria para el desempeño de la actividad
  • Propiedad, alquiler o usufructo de instalaciones y locales
  • Daños por incendio y explosión
  • Daños por agua
  • Trabajos realizados fuera de las instalaciones
  • Operaciones de carga, descarga, transporte y distribución de mercancías

Responsabilidad civil profesional

En este caso, la cobertura es sobre daños patrimoniales primarios, sin que necesariamente se haya ocasionado algún daño material. Así pues, lo contratarán aquellos profesionales relacionados con actividades que el hecho de cometer una equivocación tenga consecuencias en el patrimonio de otros; como por ejemplo asesorías, gestorías, consultorías, empresas de ingeniería o informática… Así, las coberturas de las que goza quien lo contrata son:

  • Gastos de defensa en procedimientos civiles y penales
  • Gastos de defensa para reclamaciones por incumplimiento o uso no autorizado de marcas registradas
  • Fianzas judiciales
  • Pérdida de documentos
  • Inhabilitación profesional
  • Protección de datos para sanciones leves
  • Intromisión ilegítima al derecho del honor o intimidad de otro
  • Deshonestidad de los empleados, hasta un cierto límite
  • Pago de determinados honorarios pendientes de liberación de gasto

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