¿Con quién van los políticos en el Clásico?

El panorama político actual español es uno de los más complejos de nuestra historia. Tras más de 100 días sin gobierno y muchas dudas de que se forme uno en las próximas semanas todo hace pensar que vamos directos a unas nuevas elecciones. Sin embargo, el sábado a las 20:30 horas los pactos, reuniones y demás quedarán aparcados y nuestros políticos se sentarán delante de la televisión, como casi todos los españoles, para ver el Clásico que enfrentará a Barcelona y Real Madrid. Pero, ¿con quién van nuestros políticos?

Mariano Rajoy, presidente en funciones, no es dudoso. El gallego divide su corazón entre el Deportivo de La Coruña y el Real Madrid. Hasta se le ha visto viendo partidos de los blancos en un bar de Pontevedra y ha asegurado que uno de sus jugadores favoritos es Marcelo. Por lo tanto, el sábado se pondrá la camiseta blanca para apoyar a los de Zidane.

En la oposición tenemos a Pedro Sánchez. El líder del PSOE jugó en el Estudiantes y se declara seguidor del Atlético de Madrid. Por lo tanto, el sábado se enfrentará a un dilema casi tan complicado como pactar con Ciudadanos o Podemos. Cualquier seguidor rojiblanco disfruta con las derrotas del eterno rival capitalino, pero un triunfo madridista podría acercar a los rojiblancos a seis puntos de la cabeza. Compleja decisión.

El que sí tiene claro sus colores el sábado el Albert Rivera. La cabeza visible de Ciudadanos es del Barcelona y espera una victoria de los de Luis Enrique que de un golpe definitivo a la Liga BBVA.

Por último, está Pablo Iglesias. Del representante de Podemos se dicen muchas cosas. Algunas teorías aseguran que es madridista pero prefiere ocultarlo y otras dicen que es antimadridista. La realidad es que él siempre se ha declarado del Rayo Vallecano y del Numancia. Por lo que poco se juega en el Camp Nou, aunque seguro que tiene más simpatía por un equipo que por el otro. 

Aznar y ZP, también ‘jugaban’ el Clásico

 Los últimos dos presidentes antes de Mariano Rajoy, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero, también tenían definidos sus colores. El primero es declarado madridista y asiduo al palco del Santiago Bernabéu. Una de las imágenes de la Décima es su apretón de manos con Florentino Pérez en el estadio Da Luz cuando la orejona ya volaba hacia Concha Espina.

El segundo, Zapatero, es culé. El que fuera presidente de España entre 2004 y 2011 define al equipo de sus amores como “un equipo de leyenda”. Se le vio disfrutar en la Champions ganadas por el Barcelona en París y Roma. Eso sí, se perdió la de Wembley por motivos de agenda.

 Los políticos más forofos

 Como en todo los apartados de la vida, hay personas que viven las cosas de una forma más intensa que otras. Así sucede en la política y el fútbol. Uno de los más madridistas es Juan Ignacio Wert. El que fuera ministro de educación se ha declarado como “hooligan” del Madrid. Su compañero de partido y actual ministro de exteriores en funciones, Juan Manuel García-Margallo, también es un reconocido madridista.

Eso sí, en el lado contrario también tenemos políticos que llevan su ‘amor’ al Barça al máximo. Xavier Trias, ex alcalde de Barcelona, aseguró que «tener un yerno del Espanyol o del Madrid sería una desgracia».

La ‘nueva’ política también muestra sus colores. Por ejemplo, Javier Espinar, senador de Podemos, se ha declarado madridista, aunque tirando de populismo se niega a acudir al palco del Bernabéu por principios. «Soy hincha del Real Madrid desde que tengo memoria y, por la generación a la que pertenezco, tengo grabado aquel golazo por la escuadra de Zidane en Glasgow que nos dio la Novena», asegura.

En Madrid ha habido y hay políticos muy merengues. Ana Botella, Esperanza Aguirre, a la que se la pudo ver de blanco inmaculado en el palco del Bernabéu en el Clásico del 2-6, o Cristina Cifuentes nunca han escondido su colores. Si cogemos el puente aéreo el resultado es similar. Artur Mas y Puigdemont, actual presidente de la Generalitat, son reconocidos culés. A éste último el Barça le felicito cuando fue investido como presidente.

En el centro tenemos a Manuela Carmena, a la que no le importa nada el fútbol, tal y como reconoció en el derbi de la primera vuelta, aunque si se la ha podido ver en el Bernabéu en el encuentro que enfrentó al Real Madrid con el PSG y ha reconocido que en su casa predomina el blanco o Ada Colau, que nunca se ha inclinado por el deporte rey.