Los científicos no dan crédito: estos insectos descifran patrones de luz y podrían aprender a comunicarse con morse

La inteligencia animal nunca deja de sorprendernos. Un reciente estudio publicado en la revista Biology Letters de The Royal Society ha revelado que los abejorros (Bombus terrestris) son capaces de aprender patrones de comunicación similares al código morse.
El experimento, llevado a cabo por la Universidad Queen Mary de Londres, consistió en entrenar a los abejorros para que distinguieran destellos de luz de distinta duración. Cada señal luminosa se vinculó con una recompensa específica: una solución azucarada, atractiva para los insectos, y otra amarga con quinina. Con el paso del tiempo, los abejorros aprendieron a elegir la luz asociada con el sabor dulce, demostrando su capacidad de procesar intervalos de tiempo y tomar decisiones basadas en la memoria visual.
Los abejorros aprenden código morse
Los investigadores diseñaron un laboratorio especial para el experimento, donde los abejorros fueron expuestos a luces de diferentes duraciones: algunas de 5 y 2,5 segundos y otras de 1 y 0,5 segundos. Cada tipo de destello representaba una recompensa distinta. Cuando elegían la señal vinculada al sabor dulce, recibían una recompensa, mientras que el sabor amargo no generaba ningún premio.
Tras varios días de entrenamiento, los abejorros mostraron una clara preferencia por las señales correctas. Para confirmar que no se trataba de un comportamiento instintivo, los científicos retiraron las recompensas y repitieron el ejercicio. Sorprendentemente, los abejorros continuaron seleccionando correctamente los estímulos previamente asociados con la recompensa positiva.
Este hallazgo es especialmente relevante porque las señales luminosas que se utilizaron en el experimento no existen en su entorno natural. Es decir, los abejorros pudieron aprender un patrón artificial que nunca encontrarían en su hábitat habitual.
Memoria temporal avanzada
Según Alex Davidson, autor principal del estudio, los abejorros fueron capaces de distinguir entre intervalos de tiempo extremadamente breves, incluso inferiores a un segundo. Esta habilidad se consideraba hasta ahora exclusiva de especies con sistemas nerviosos más complejos, como algunos vertebrados.
El experimento reveló que los insectos no sólo recordaban los patrones de luz, sino que también los aplicaban de manera estratégica para obtener recompensas. Esto indica un tipo de memoria visual a corto plazo que les permite tomar decisiones basadas en experiencias previas, una capacidad sorprendente para animales con cerebros tan pequeños.
Según Alex Davidson, autor principal del estudio: «Queríamos averiguar si los abejorros podían aprender la diferencia entre estas distintas duraciones. Fue muy emocionante comprobar que sí». La habilidad de los abejorros para aprender patrones de luz artificial demuestra un nivel de flexibilidad cognitiva que los investigadores no esperaban.
Abejorro
Los abejorros son considerados uno de los polinizadores más eficaces y fiables en la agricultura moderna. Su comportamiento activo, su capacidad para visitar un gran número de flores y su alta transferencia de polen garantizan una polinización óptima, lo que se traduce en mayores rendimientos, frutos mejor formados, productos de mayor calidad y una maduración más uniforme.
A diferencia de las abejas melíferas, los abejorros mantienen su actividad a temperaturas más bajas, cercanas a los 10 °C, y no se ven limitados por días nublados, lluviosos o con poca luz. Esto los convierte en aliados especialmente valiosos en cultivos protegidos y en regiones con climas variables. Otra de sus grandes ventajas es la llamada polinización por zumbido, un método mediante el cual un solo abejorro puede polinizar una flor en una única visita.
Los abejorros también presentan un comportamiento más estable dentro del cultivo. Al no contar con un sistema de comunicación tan sofisticado como el de las abejas melíferas, es menos probable que abandonen una zona de cultivo en busca de flores más atractivas.
El ciclo de vida de los abejorros se desarrolla de forma natural y ordenada. Las reinas hibernan durante el invierno y, con la llegada de la primavera, fundan nuevas colonias que crecen progresivamente hasta producir nuevas reinas y machos.
Bombus terrestris
El abejorro Bombus terrestris, protagonista de recientes investigaciones sobre aprendizaje temporal, se está consolidando como un modelo de estudio cada vez más importante en la neurociencia cognitiva. A pesar de contar con un cerebro diminuto, estos insectos muestran capacidades sorprendentes.
Estudios previos habían demostrado que los abejorros pueden aprender tareas complejas, como reconocer rostros humanos, contar hasta cuatro y comunicar información relevante a otros miembros de su colonia. La reciente investigación sobre su habilidad para procesar patrones de luz con distintas duraciones añade una nueva dimensión a nuestro entendimiento de sus capacidades cognitivas.
Los científicos esperan que estos hallazgos impulsen futuras investigaciones sobre los mecanismos neuronales subyacentes a la percepción temporal, desde los cerebros diminutos de los insectos hasta los más complejos de los mamíferos, incluido el humano. Comprender cómo estructuras neuronales reducidas pueden procesar información sofisticada podría ofrecer pistas valiosas sobre los principios universales de la cognición.
En definitiva, los hallazgos del equipo británico abren además la puerta a investigaciones interdisciplinarias que podrían beneficiar campos tan diversos como la neurobiología, la psicología comparada, la inteligencia artificial y la conservación de especies.