PP y Vox arrasan en Palma y el centroderecha recupera la alcaldía ocho años después

El centroderecha (PP y Vox) ha arrasado y logrado la mayoría absoluta en las elecciones municipales de 2023 al Ayuntamiento de Palma, y pone fin, a dos legislaturas de gobiernos de coalición de socialistas, independentistas de Més y Podemos con el alcalde del PSOE, José Hila, al frente.

La suma de los ediles que ha logrado estas dos formaciones (10 PP y 7 Vox) les otorgan los 17 concejales, dos por encima de los 15 que marcan la mayoría absoluta, siendo el PP liderado por Jaime Martínez, el partido más votado (49.017, 32%) y quedando Vox (31.258 votos, 20,4%), formación encabezada por el ex JEME, Fulgencio Coll, como tercera fuerza política en la capital balear, a un solo concejal del PSOE.

La victoria del PP vino acompañada de la desaparición del salón de plenos  de Ciudadanos (2.916 votos frente a los 17.941 de 2019) que ha perdido sus cuatro concejales, de y una caída notable de Podemos (7.883 votos frente a los 15.824 de 2019) que se queda con una única edil, la aún diputada Lucía Muñoz, frente a los tres que hasta ahora tenía.

El PSOE del aún alcalde, José Hila, pierde un edil y se queda con ocho concejales (38212 votos, 25%).

Con una participación cinco puntos superior (5,23%) a las anteriores elecciones municipales de 2019, el PP vuelve a ser ocho años después, el partido más votado, pasando de seis a diez representantes, y logrando más de 11.000 votos que hace cuatro años.

La subida de Vox que pasa de los cuatro regidores de 2019 a un total de siete (sumando 11.000 votos más) es otra de las notas destacadas porque con este resultado y en coalición con el PP, permite un gobierno sólido de coalición del centroderecha en la capital balear que arrebatará el 17 de junio el Consistorio palmesano a un tripartito que desde 2015 lleva el mando en la plaza de Cort.

El aumento de la representación de las dos formaciones de centroderecha que contarían con siete concejales más que en la actualidad, es fruto directo de la desaparición de Ciudadanos (Cs) del mapa político, como apuntaban todas las previsiones demoscópicas realizadas en Baleares.

La formación naranja ha perdido sus cuatro concejales, mientras Podemos a duras penas logra un concejal, si bien, durante gran parte del recuento electoral no tenía representación alguna. El partido morado es el más perjudicado de los tres socios del tripartido, y al que más factura le pasa, la gestión realizada a lo largo de estos ochos años.

Pese a las polémicas en las que se está viendo envuelto el primer edil socialista, José Hila, a lo largo de esta legislatura, y la notable contestación social de muchas de las decisiones que ha tomado el actual equipo de gobierno, el PSIB-PSOE salva los muebles, y sólo pierde un edil de los nueve concejales que logró en 2019.

Los independentistas de Més son los que no cambian (14.349 votos, 3.500 menos que en 2019) y conservan sus tres concejales que vienen manteniendo elecciones tras elecciones, todo un ejemplo de que en Palma tienen un techo electoral inamovible.

Formaciones como los regionalistas del PI tampoco logra representación en Palma como viene sucediendo cada cuatro años.