La película más vista de Netflix viene con polémica: no es la comedia romántica que nos habían prometido
Los fans de la plataforma han quedado muy desconcertados
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La controversia en el mundo del streaming suele llegar de la mano de las temáticas de sus contenidos o con las propias políticas de cada una de estas marcas. Tendencias woke, la negativa a una exhibición previa en salas o la subida de precios de los terminales protagonizan la mayoría de las principales quejas de los usuarios. Sin embargo, esta vez la película más vista de Netflix posee una polémica que ha trastornado a varios suscriptores: Mi año en Oxford no es la comedia romántica que la compañía nos había vendido.
Estrenada el pasado 1 de agosto, Mi año en Oxford entró de lleno en el Top 10 de la plataforma (habla inglesa), siendo la película más vista de Netflix y recibiendo paralelamente, comentarios negativos en las redes sociales sobre su polémica forma en la que se esconde el verdadero trasfondo melodramático de la trama. Un descontento generalizado que por otro lado, no ha evitado las más de 26 millones de visualizaciones que acumula el filme protagonizado por Sofia Carson y Corey Mylchreest. En el apartado de la crítica, lo que la producción guarda como un aparente secreto a modo de giro de guion ha sido criticado por un sector amplio del público y de un gran número de críticos que han tildado el punto de inflexión narrativo como «un producto mediocre» y en definitiva como un olvidadizo «drama romántico lacrimógeno de Netflix». En el debate, entra el otro lado de la ecuación…¿es lícita la manipulación de una promoción para esconder uno de los mayores reclamos de la película?
Resulta imposible analizar el contrapunteo sin revelar el principal spoiler de Mi año en Oxford, así que a continuación avisamos: vamos a destripar gran parte de la cinta.
La película más vista de Netflix: polémica
El principal problema y motivo de queja de los espectadores pasa por el montaje del tráiler. Un adelanto promocional que concentra sus primeros segundos en vender a Mi año en Oxford como una comedia romántica perfecta para el verano, repleta de esos tópicos tan manidos y adorados por los fanáticos del género. Después la mitad de la síntesis comercial pone el foco en un conflicto. Ese impedimento que no puede faltar en el arquetipo amoroso y que pone en riesgo a la pareja presentada inicialmente. No obstante, no se revela en ningún momento cuál es la barrera distante entre ambos. Siendo esta, una información que una buena parte del público sensible habría querido conocer y que de haberla sabido quizás habría supuesto el descarte de su visionado.
El planteamiento adapta la novela homónima de Julia Whelan, poniéndonos en la piel de Anna de la Vega (Carson), una estudiante norteamericana que viaja hasta Oxford con la ilusión propia de poder formarse en una de las más prestigiosas universidades del mundo. Allí conoce a un profesor británico llamado Jamie Davenport (Corey Mylchreest), enamorándose de él, a pesar de las reticencias de este a evolucionar en una relación y de la caducidad de la estancia de la joven. El enclave centenario y la belleza del lugar invitan a imaginarnos una rom-com ligera y positivamente emocionante. Pero entonces, todo adquiere un enclave de drama imposible. Porque el miedo de Jamie no es reside en un desapego emocional al compromiso. Su rechazo a buscar algo más con Anna tiene que ver con un cáncer terminal sin solución para el que además, no desea tratarse bajo ningún concepto.
Desconcierto entre los espectadores
Por suerte para la empresa dirigida por Ted Sarandos, la mayoría de las reacciones de los espectadores no han sido tanto de indignación y enfado, sino de sorpresa en clave de humor y meme en las redes sociales.
1. estaba aburrida y elegí ver “mi año en oxford” para entretenerme
2. me di cuenta de que no era una romcom
3. me hundí en el sufrimiento, la desdicha, la tristeza y el dolor a un grado altísimo
4. soy esta pic.twitter.com/RTUZosqawO— Alannis 𓍯 ִֶָ (@Soyuncheesekeik) August 2, 2025
Así que la viralidad de la película más vista de Netflix y su polémica podría crecer todavía más por dicha revelación de su profundo y fatídico drama interno. Porque no, Julia y Jamie no vivieron felices y comieron perdices. Pero, ¿cuándo ha sido eso un problema para la audiencia de un contenido en la major californiana? Sea como fuere, apostamos por una prolongación temporal de un fenómeno que incluso ha superado en audiencia a la llegada de Gladiator II a la plataforma.
“Jamie y yo nunca fuimos para siempre. Pero si amas a alguien y alguien te ama puedes encontrar un para siempre después de todo”…
Admitámoslo chicas. «Mi año en Oxford» es nuestro nuevo trauma cinematográfico 🥺💛#MyOxfordYear
pic.twitter.com/QKlEN0aFjB— Anto ♡ (@Antomartuok) August 3, 2025