Lo de la licenciada ‘fake’ es puro nepotismo

Lo de la licenciada ‘fake’ es puro nepotismo

La mujer de Pedro Sánchez tiene una recurrente propensión a adornar sus currículos, tal vez porque piense que presumiendo de lo que no es alcanzará un mayor reconocimiento. Begoña Gómez presume de ser licenciada, pese a que cursó sus estudios en una escuela que expedía un título privado y propio y, por tanto, sin homologación como tal. Ese título fake lo exhibe estos días en que se celebra el Consejo Empresarial por Iberoamérica, en la que ella participa como partner académico a través de la cátedra que lidera en la Universidad Complutense de Madrid. La mujer del presidente del Gobierno se arroga la organización  del acto y participará como ponente en dos charlas. El acto, que ha inaugurado su marido y será clausurado por el Rey, contará con la presencia de destacadas personalidades del mundo político, económico y empresarial.

El ascenso profesional de Begoña Gómez arranca, qué casualidad, en el preciso momento que su esposo alcanza la Moncloa. A partir de ahí va acumulando puestos académicos, hasta el punto de que la Universidad Complutense retorció su propio reglamento para nombrarla directora de la Cátedra de Transformación Social Competitiva, pese a que las normas indican que será «un profesor/a o personal de administración y servicios con vinculación permanente de la UCM». Sólo «excepcionalmente y por causas justificadas» se podrá designar a alguien sin esa vinculación, como ocurre en el caso de Gómez.

No se trata de poner en duda la capacidad profesional de Begoña Gómez, sino de desenmascarar los falsos títulos de una mujer que ha aprovechado que su marido es el presidente del Gobierno para ocupar puestos en la universidad que estaban reservados a personas con un expediente académico superior al suyo. Que falsee su currículum -dime de qué presumes y te diré de qué careces- retrata a Begoña Gómez, cuyo meteórico ascenso profesional obedece, claramente, al hecho de que es la mujer de Pedro Sánchez. Un ‘título’ que está explotando en una portentosa exhibición de nepotismo.

 

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