Las cuentas del PSOE no cuadran ni con una auditora ‘amiga’

El PSOE ha colgado en su página web, sin darle publicidad -lo que ya es un dato-, el informe de la auditoría externa que Pedro Sánchez encargó a raíz del escándalo desatado por el informe de la UCO sobre el hoy preso Santos Cerdán. Las cuentas auditadas revelan distintas «salvedades» -término empleado por Ferraz-.

Entre esas «salvedades» recogidas por el auditor hay una que más que una «salvedad» es una irregularidad manifiesta, pues el detalle de las provisiones a largo plazo y las provisiones a corto plazo -7,69 millones de euros y 346.000 euros- «no cumplen con los criterios contables establecidos en el marco normativo de información financiera» y, en consecuencia, «los saldos registrados se encuentran sobrevalorados» en más de 8 millones de euros.

Y, del mismo modo, se advierte que existen transacciones incluidas en el epígrafe «Servicios exteriores» que se registran de forma incorrecta, lo que provoca que «puedan existir gastos de un ejercicio registrados en el ejercicio siguiente» al constatar que el partido «no dispone de información contable suficientemente actualizada del ejercicio 2025».

En suma, que el auditor advierte que en estas circunstancias su labor se ve limitada de forma evidente. Asimismo, se afirma que dado que el PSOE ha incluido «la consolidación de los estados financieros de los Grupos Institucionales del Partido (dentro de los cuales se incluyen los Grupos Municipales)», «no nos ha facilitado la documentación justificativa que nos permita verificar la integridad y razonabilidad de los saldos y transacciones de dichas unidades en el ejercicio y en las cifras comparativas, ni hemos podido satisfacernos mediante la aplicación de procedimientos alternativos de auditoría».

En definitiva, que Pedro Sánchez presumió de que las cuentas del PSOE estaban más limpias que una patena y sometidas a un triple control, pero la auditoría encargada observa puntos negros significativos -algunos netamente contrarios a la ley- y falta de información mínima. Y eso que el auditor es, para entendernos, de confianza.