Un policía de la embajada: «Fueron doce horas de asalto»
«La embajada era un campo de guerra. Fueron doce horas de asalto». Uno de los policías que sobrevivieron al atentado del viernes en la embajada de España en Kabul ha descrito con toda crudeza el ataque de los talibanes, en el que murieron los agentes españoles Isidro Gabino San Martín y Jorge García Tudela.
El estremecedor testimonio ha sido difundido por el sindicato Unión Federal de Policía (UFP). En él, el compañero de los dos agentes asesinados insiste en que el ataque «ha sido contra la embajada. No contra guest house», la «casa de huéspedes» que según la versión oficial difundida por el Gobierno era el principal objetivo de los los terroristas.
«Han sido doce horas de asalto», describe el agente, «tiros, bombas y muchos muertos. He sobrevivido. Mi subinspector [Jorge García Tudela] está muerto. Al compañero [Isidro Gabino San Martín] me lo mataron a cinco metros. Le dispararon mientras salíamos a ver si el subinspector estaba vivo. Yo estoy vivo porque me parapeté y salí corriendo».
Y relata gráficamente: «La embajada era un campo de batalla». Mientras estos hechos se desencadenaban en Afganistán, las noticias llegaban de forma confusa al Gobierno español. Antes de tomar parte en un acto de campaña en Orihuela, el presidente Mariano Rajoy anunció el viernes por la tarde que el atentado no había sido contra la embajada de España, sino contra una «casa de huéspedes» situada al lado, y que el ataque se había saldado sin víctimas mortales.
Pocas horas después, el Ministerio de Asuntos Exteriores confirmaba la muerte del primer agente español. Y no fue hasta entrada la madrugada del sábado, una vez concluido el ataque, cuando trascendió que otro policía había muerto. «Ha sido un atentado contra España», concluía finalmente este sábado el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz.
El agente superviviente relata que él y el resto del personal de la embajada pasaron «doce horas esperando a que nos entraran a matar. Gritos en árabe. Tiros, bombas. La puerta supuestamente blindada no cerraba por la explosión» del coche bomba situado a pocos metros de la legación diplomática, con la que se inició el ataque.
«Nos han sacado a las 6,30 de la madrugada los americanos y un equipo swat de Noruega», continúa el testimonio de este agente español, que describe el escenario desolador en el que quedaron los alrededores de la embajada: «Coches calcinados. Muertos. Las explosiones rompieron todo el perímetro. La embajada está inservible».
Mientras escribía estas palabras a uno de sus compañeros en España, el policía explica que se encuentra «en la base militar de Kaia norte. Volvemos a España. Creo que nos llevan mañana en un Falcon. El embajador se queda. Ha sido la peor noche de nuestra vida».
Y concluye su testimonio con una reflexión: «Lo que hemos vivio aquí es culpa de mucha gente. La embajada estaba aislada en la peor zona de la ciudad y sin seguridad ninguna». «Hemos llorado mucho y estamos todos muy destrozados», concluye.