Crea la distinción de 'Municipio Libre de Acciones Contra la Memoria Democrática'

El PSOE andaluz señalará a los municipios que no apliquen su ley de memoria sobre la Guerra Civil

Susana Díaz en el parlamento andaluz tras la aprobación de la Ley de Memoria Democratica
Susana Díaz en el parlamento andaluz tras la aprobación de la Ley de Memoria Histórica y Democrática.

Siguen anclados en 1936. El PSOE andaluz ha anunciado que presentará una batería de mociones en los 103 ayuntamientos de Málaga para que se declaren «libres de acciones contra la Memoria Democrática». Se trata del primer paso para exigir a todos los municipios andaluces que se comprometan a no permitir actos de «exaltación del golpe militar de 1936 o del Franquismo».

El PSOE quieren señalar de este modo a aquellos municipios que no apliquen la Ley de Memoria Histórica y Democrática aprobada por el Parlamento andaluz el pasado mes de marzo.

Esta norma (aprobada por PSOE-A, Podemos e IU, que la presentó ya en 2011)  supone una nueva vuelta de tuerca a la Memoria Histórica ideada por Zapatero y va aún más allá en su espíritu revanchista y contra el pacto de convivencia expresado en la Constitución de 1978 .

La Ley amplía el marco temporal para investigar «la lucha del pueblo andaluz por sus derechos y libertades» desde 1931 (fecha de la proclamación de la II República) hasta 1982. Dando así por hecho que, a pesar de la Constitución de 1978, los andaluces no disfrutaron de «derechos y libertades» individuales hasta que entró en vigor el Estatuto de Autonomía andaluz.

También lo meterán en las escuelas

La Ley permitirá a la Junta denunciar ‘crímenes franquistas’ en los juzgados y personarse de oficio en todos los procesos de exhumación o localización de víctimas; anula los juicios y  sentencias de los tribunales desde la Guerra Civil y hasta la Transición; da un plazo de 18 meses para borrar toda ‘simbología fascista y franquista’, e incluye la ‘Memoria Democrática’ como asignatura en los colegios.

También establece el 14 de junio como «día de recuerdo a las víctimas del golpe y la dictadura franquista», prevé el reparto de subvenciones para buscar cadáveres en fosas comunes y crea el Instituto de Memoria Democrática de Andalucía, siempre con dinero público.

Ahora los socialistas quieren dar un paso más en este eterno regreso al guerracivilismo. La vicesecretaria general del PSOE de Málaga y secretaria de Política Municipal, Antonia García, ha justificado que su partido quiera señalar a los municipios que no apliquen esta Ley Mordaza: «Es imprescindible recordar y honrar a quienes lucharon por la democracia, y eso no se consigue consintiendo actos de conmemoración, exaltación o enaltecimiento del golpe militar de 1936 o del franquismo».

Objetivo: volver a la confrontación social

Y para ello, los socialistas han ideado una suerte de ‘blindaje’ con el fin de evitar que se celebre ninguna concentración, conferencia o evento que no se ajuste a las Leyes de Memoria Histórica y Democrática de Andalucía. El PSOE pretende que los municipios prohiban «actos que persigan el negacionismo y el revisionismo con acciones que apoyan el derrocamiento, por la fuerza de las armas, de un gobierno legítimo y democrático que desembocó en cuarenta años de régimen dictatorial en nuestro país», sostiene el PSOE-A.

Banderas republicanas en favor de la ley de Memoria Democrática de Andalucía
Banderas republicanas en favor de la ley de Memoria Democrática de Andalucía

Una iniciativa que ya ha generado la controversia y las críticas de los historiadores: «Es completamente disparatado. La Junta socialista quiere imponer una visión política y partidista a la Historia, y desde un espíritu guerracivilista, con el objetivo de polarizar a la sociedad y volver a la confrontación», señala Jesús Palacios a OKDIARIO.

Para este experto en la Historia de España, «lo que persigue esta ley es vetar cualquier acto sobre la II República , o sobre una guerra que enfrentó a unos españoles con otros, con el que no estén de acuerdo; y hacerlo camuflándolo al amparo de la nefasta Ley de Memoria Histórica», asegura. «Se trata de colocar una mordaza nada democrática y sí bastante totalitaria», advierte el escritor e historiador.

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