Al final lo más comentado de la campaña electoral del 4M no ha sido ni la huida de Pablo Iglesias del debate de la Cadena Ser, ni el aluvión de cartas amenazadoras dirigidas a candidatos y ministros –que antes investigaba la Policía sin sacarlas a la luz–, sino la aparición estelar de la periodista Cristina Fallarás como animadora del mitin de Podemos en Vallecas.
Ante un público entregado que la ha recibido en pie, la tertuliana de televisión ha subido al escenario puño en alto, gritando uno de los lema de Podemos: «¡Sí se puede!». Luego ha empezado a desgranar un discurso lleno de frases inconexas: «Mientras os escuchaba iba con el teléfono intentando mandar a mi hija a casa de un amigo porque no voy a llegar a cenar: eso es cultura», ha explicado arrastrando las sílabas, mientras recorría el escenario a grandes zancadas.
«¿Sabéis lo que es la cultura?», ha añadido, «no tener tiempo y escribir piezas pequeñicas para tener tiempo de hacer la cena. La cultura es sentarse en el borde de la bañera y escribir en la tabla de la plancha como si te estuvieras duchando, porque no tienes ni un minuto».
Mientras los asistentes se mostraban cada vez más desconcertados y empezaban a examinar sus teléfonos móviles, Cristina Fallarás ha intentado retomar el hilo del discurso: «La cultura es algo que lanzas al futuro –la literatura, que es a lo que yo me dedico– para que otros y otras lo usen. Es lo contrario de la información, que es la pequeña basura que queda aquí y no trasciende».
Llegaba el momento de encontrar alguna conclusión: «La cultura es algo que lanzas al futuro y por eso nos la niegan, compañeros y compañeras, por eso nos inflan a información, porque lo que quedará de nosotras y de nosotros es la cultura. Así que voy a hacer uso de una poesía de un señor, porque hay pocas señoras que queden». Tras este comentario feminista, Fallarás se ha puesto a recitar una poesía.
Podemos propuso los nombres de Cristina Fallarás y Rosa María Artal como vocales del consejo de administración de RTVE. Artal no había dejado muy buen recuerdo en el ente público, sobre todo tras explicar en Twitter con estas palabras su salida de la empresa: «Siempre me he preguntado al ver a un periodista si sigue con aquella puta jovencita por la que me quitaron un puesto en TVE».
Pablo Iglesias reservaba la presidencia de RTVE a la ex directora del diario podemita Público Ana Pardo de Vera, quien borró de su cuenta de Twitter más de 20.000 mensajes tras ofrecerle el cargo que, finalmente, ocupó Rosa María Mateo.
Aunque actúa como una activista en los mítines de Podemos, a menudo de una forma tan confusa como este viernes en Vallecas, Cristina Fallarás es una asidua de las tertulias de televisión en las que aparece como «analista política independiente».