Nadie quiere comprar Twitter a un precio de 15 dólares la acción en su décimo aniversario

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Día de la salida a Bolsa de Twitter (Foto: Getty)
María Villardón

Twitter cumple 10 años de vida, pero las cosas no han sido tan maravillosas como parecían pintar cuando en 2013 se disparó un 90% en la Bolsa de Nueva York. La cotización de sus acciones ha pasado de los 45 a los 15 dólares por título. La red social dirigida por Jack Dorsey no ha sabido monetizar la herramienta, un hecho que está arrastrando al valor en el mercado y haciendo que cada día sea una empresa menos atractiva para los compradores.

California, marzo de 2006. Dorsey lanzó su primer tuit al mundo, comenzaba la comunicación entre usuarios con 140 caracteres, nacía Twitter de manera oficial. La nueva tecnológica de Evan Williams, Dick Costolo y Dorsey prometía ser un verdadero éxito: nacer, crecer y ser comprada por una fantástica cifra. Esos eran los planes, aunque parece que los cantos de sirena no han sido tan seductores como cabía esperar.

Nueva York, noviembre 2013. ¿Por qué no saltar a los mercados y buscar financiación fuera de la compañía?, debió pensar la cúpula. La salida a Bolsa de la red del trino fue todo un acontecimiento en el mercado neoyorkino, allí se agolpaba la prensa, los directivos y los operadores invitados a un debut de lujo.

Las acciones salían con un precio de 26 dólares, solo una hora más tarde los títulos se disparaban un 90% hasta los 45,1 dólares, incluso llegó a los 50 dólares, y la fortuna de estos tres jóvenes se elevaba hasta los 4.000 millones de dólares.

Los gritos de compra se arremolinaban en el albero bursátil, los accionistas iban a la caza de los títulos de Twitter a pesar de que había registrado una pérdida neta de 79 millones de dólares sobre ingresos en 2012. Se trataba de la segunda mejor salida a Bolsa del mundo de internet con una recaudación de alrededor 1.600 millones de dólares. Hoy las acciones del pajarito cotizan a 15 dólares en el mercado americano.

Pérdida de confianza de los inversores

Borja Matilla, analista de Hanseatic Brokerhouse, busca justificación a la caída: “El inversor parece haber perdido la confianza en una compañía en la que su rentabilidad cada vez se encuentra más en entredicho”.

“La convicción de que las compañías de internet, son la panacea no deja de tener sentido”, declara Gisela Turazzini, cofundadora de Blackbird. Pero, claro, “una cosa es lo que pueden ser y otra muy distinta lo que son”, explica la experta.

Los expertos consultados no dudan de bondades de Twitter, sin embargo, sus problemas para monetizar sus usuarios y la irrupción de otras redes sociales están evaporando el atractivo. “El asentamiento de Facebook o la irrupción de Instagram suponen un claro desafío para una compañía que no termina de dar con la clave para convertirse en un negocio”, argumenta Turazzini. Efectivamente, Twitter tiene en sus manos la posibilidad de monetizar su negocio que le permitan generar elevados ingresos y unos márgenes imbatibles pero, de momento, no lo han conseguido.

Malos augurios para el trino de Twitter

Por su parte, Sara Carbonell, analista de CMC Markets, hace hincapié en otro de los problemas latentes en Twitter: los ciberataques. De hecho, hoy mismo la red del trino ha suspendido más de 636.000 cuentas para luchar contra esto desde mediados de 2015.

Es más, desde la Unión Europea (UE) están pidiendo cambios a las principales compañías de este sector, “no solo en cuanto a esto (y el tiempo que se tarda en eliminar el contenido), sino también en cuanto a privacidad y otras cuestiones”, explica Carbonell. Un cúmulo de circunstancias que han alejado a los futuros compradores. Por ejemplo, como ha sido el caso de Disney, una firma que “no puede correr riesgos desde un punto de vista reputacional”, añaden desde CMC Markets.

A esta situación hay que añadir que las cifras desde un punto de vista fundamental no acompañan. Twitter registró unas pérdidas de 456 millones de dólares, una cifra un 12% inferior a los descensos de 2015. “Los números rojos de la compañía se deben en parte a una estructura de costes demasiado alta, especialmente si la comparamos con la del sector”, señala Carbonell.

La red azul ha despedido el año con un total de 319 millones de usuarios mensuales, un avance de un 4,6% en un año. “Al final tenemos una compañía con potencial, pero estancada en un número de usuarios que no crece al ritmo que debería”, insiste la analista.

Tampoco duda que tiene potencial para dispararse al éxito, pero para ello, insiste, “se necesitaría un comprador con una estrategia clara, que pudiera obtener sinergias con la compra”. Además, añade, no debemos olvidar que a nivel de datos e información de usuarios, “Twitter sigue teniendo un tesoro. Pero hay que saber (y querer) explotarlo”, concluye.

Matilla no se muestra optimista y declara que “la sombra de las dudas sobre su rentabilidad es muy alargada”. Y añade que la recuperación de confianza por parte de los inversores será todo un reto, “sobre todo en un sector prácticamente copado por el gigante Facebook”.

No se avecina un escenario alentador y cantarín para el pájaro de Twitter, al menos de momento.

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