Tormenta sobre el comercio mundial en Sudáfrica: el clima eleva el coste y los precios subirán en Europa
Cae en la bolsa de Dinamarca el gigante Maersk, cuyo transporte marítimo, que solía cruzar las aguas del Mar Rojo y el canal de Suez, viaja ahora por Sudáfrica sufriendo las condiciones climáticas adversas.
La última vez que el comercio mundial tuvo que dejar de utilizar las rutas del Canal de Suez subió el coste del tráfico marítimo un 300%, y se terminó notando en la inflación de los distintos países, especialmente europeos, destino de muchos de los barcos que por allí cruzaban. Pero también en China.
El desvío del tráfico se hizo pasando por el Cabo de Buena Esperanza, en Sudáfrica. Ocho jornadas más de viaje, mínimo, dependiendo de cuál fuera tu destino, y el conveniente aumento de precios. Y en esas seguíamos hasta que las condiciones climáticas se han vuelto especialmente duras en Sudáfrica.
Un frente frío intenso, que ha traído grandes nevadas a algunas zonas del país, está provocando vientos, lluvias y olas que amenazan las infraestructuras. Los vientos de alta velocidad también están dificultando la navegación en algunas zonas de alta mar.
La advertencia de Maersk
Maersk, una de las mayores empresas del mundo dedicada al tráfico de mercancías, ha lanzado un comunicado asegurando que las condiciones climatológicas «afectaran al movimiento y las operaciones de los buques» a lo largo de los «próximos días». De hecho, espera el peor impacto esta misma madrugada del martes, confiando en que «los buques busquen refugio o alteren su rumbo para evitar las zonas afectadas».
La propia compañía lanzaba la advertencia a los destinatarios de los cargamentos: «Esperen demoras en los próximos días».
Sudáfrica como puerto del mundo
Los ataques de los hutíes a los cargueros que cruzaban la zona del Canal de Suez y el Mar Rojo, destino o procedencia de Israel, y la posibilidad de que esos ataques se extendieran a otros barcos -por error o no-, llevaron a los gigantes del comercio mundial a buscar una ruta alternativa.
De golpe, el 13% del comercio marítimo y el 30% del transporte mundial de contenedores tuvieron que buscar una solución, y lo hicieron elevando los días de ruta para garantizar la seguridad. Una vez implementados ciertos costes, la realidad es que tras el primer retraso, la cadena volvió a fluir con normalidad.
Pero no hay alternativa de la alternativa. No hay ruta distinta que tomar salvo que se vuelva al canal de Suez. Algo que, evidentemente, está descartado «por completo», como aseguran fuentes de la compañía a OKDIARIO, y más cuando «la guerra se ha recrudecido entre hutíes y estadounidenses, con Reino Unido apoyando ataques sobre Yemen para tratar de frenar los ataques sobre los cargueros comerciales».
Incremento de precios
Sudáfrica se ha convertido, por lo tanto, en una ruta en la que, según los cálculos de las navieras, debe de haber ahora mismo «cerca de 700 barcos», que se verán afectados de una u otra manera por el temporal y los retrasos.
La posibilidad de que repercuta sobre los precios en Europa lo que ocurra esta semana en las aguas del Cabo de Buena Esperanza depende de cuánto dure el temporal. Si se prolonga toda la semana, habrá problemas.
En todo caso, el contexto global actual es de una menor demanda: Europa en particular está viendo como bajan prácticamente todos sus indicadores económicos. El crecimiento no basta para que manufacturas, confianza empresarial e inversión estén cayendo. Y, en la misma línea, cae la demanda, golpeada también por los altos tipos de interés.
Suponiendo que la demanda vaya a contraerse -aunque sea poco-, el impacto de lo que ocurra con los cargueros será moderado. Evidentemente y, aunque se pueda aguantar una semana con los mismos precios, más allá supondría un golpe, a las puertas de un verano que sea antoja récord para el sector servicio en el Viejo Continente, especialmente en España.
El aumento del coste de los fletes fue una de las consecuencias de las que advertía Cámara Valencia en un informe sobre los efectos de la situación del Mar Rojo publicado en diciembre.
En ese sentido, MSC, la principal naviera que opera en el Puerto de Valencia y que construirá la nueva terminal de contenedores de la ampliación del recinto portuario, ha anunciado un incremento de tarifas para el transporte desde Asia hasta el Mediterráneo occidental, el Adriático y el mar Negro.