Gracia Ballesteros

La denunciante ahora imputada de Acuamed pide anular los correos que la implican destapados por OKDIARIO

Acuamed Vicente Botella
Gracia Ballesteros, una de las denunciantes.
Carlos Ribagorda

Gracia Ballesteros, una de los tres directivos que denunciaron una supuesta corrupción de sus superiores en Acuamed y que ahora ha sido ella imputada por supuestamente cambiar un concurso para favorecer a una determinada empresa, ha presentado al juez que instruye el caso, Manuel García Castellón, un escrito en el que siembra dudas sobre la veracidad de los correos electrónicos -publicados por este diario- que la implican en la causa.

Según la acusación contra ella, Ballesteros modificó la nota técnica de Contratas Vilor para que no fuera eliminada en el concurso de adjudicación de unas obras en el río Belcaire, en 2014. Gracias a esa modificación, Contratas Vilor fue finalmente la adjudicataria de esa obra de medio millón de euros. El ingeniero a las órdenes de Ballesteros reconocía el cambio en las notas, «conforme a tus indicaciones», en un correo electrónico cuyo contenido publicó este diario.

Tras la publicación de la noticia, en julio el magistrado requirió a Acuamed para que entregara en el juzgado los correos. Ahora, tras la incorporación de esos y otros correos, Ballesteros señala en su escrito -de 29 de noviembre- que los correos pueden haber sido «manipulados» y que se ha «perdido su cadena de custodia». «Resulta incuestionable que se han destruido por completo todas las garantías básicas relativas a la validez de la prueba y es un hecho notorio que los mismos habrían sido enviados a la prensa y antes habrían sido manipulados», explica en el escrito.

E insiste: «No se han aportado los metadatos del correo electrónico, y de este modo no resulta posible conocer su ruta, ni su trazabilidad, ni cuál ha sido su tratamiento ni por quién. La consecuencia de lo anterior no resulta baladí por cuanto, tal y como está aportado, no se puede determinar si el mismo es o no real, si ha sido manipulado, por quién, cuándo, cómo y con qué intención». Ballesteros no niega la veracidad de los correos sino que han podido ser manipulados porque han sido «reenviados» por personas que no son ni el emisor ni el receptor del correo.

Por esta razón, Ballesteros pide al juez que envíe los correos a la UCO para que determine si han podido ser manipulados.

Más enredo

Pero la decisión de Ballesteros de sembrar dudas sobre la veracidad de los correos ha abierto la caja de los truenos. La pieza separada de Belcaire por la que está imputada Ballesteros tiene su origen en una denuncia de una directiva de Acuamed, Gabriela Mañueco, que está a su vez imputada en la causa por las denuncias de Ballesteros y otros dos directivos, Azahara Peralta y Francisco Valiente.

Tras el escrito de Ballesteros, ha llegado el escrito de respuesta de su acusación. Y ésta apunta dos aspectos importantes. Primero: si están manipulados estos correos, ¿por qué no lo va a estar el resto de pruebas que ha entregado Acuamed al caso y que ha servido para imputar a directivos que no son Ballesteros? Y segundo: cuando desde el juzgado se ha pedido a Acuamed que aporte todos los correos electrónicos de años anteriores, ¿por qué no estaban estos dos que implican a Ballesteros? ¿Los borró alguien del servidor?

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