Gracia Ballesteros

Una denunciante del ‘caso Acuamed’ imputada por prevaricación al manipular una adjudicación

Gracia Ballesteros, directiva de Acuamed, empresa pública de gestión de las obras hidráulicas, ha pasado de denunciante a denunciada. Ballesteros, una de los tres directivos que acusaron a sus superiores en la empresa por corrupción hace más de cuatro años, que dio lugar al llamado 'caso Acuamed' y está en fase de instrucción en la Audiencia Nacional, tendrá que declarar como investigada por un delito de prevaricación al modificar un concurso de la propia Acuamed para favorecer a una determinada empresa.

Acuamed Vicente Botella
Gracia Ballesteros, una de las denunciantes.
Carlos Ribagorda

El ‘caso Acuamed’ se da la vuelta. El juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón, instructor del proceso, ha citado a declarar a Gracia Ballesteros en calidad de investigada el próximo 20 de mayo después de la denuncia de la fiscal del caso, Inmaculada Violán, que la acusa de prevaricación por manipular y alterar una adjudicación de Acuamed para favorecer a una determinada empresa. Según el artículo 404 del Código Penal, Ballesteros se enfrenta a penas de hasta 15 años de cárcel.

Extracto del escrito de la Fiscalía contra Gracia Ballesteros.

Ballesteros, ex responsable de Obras de Acuamed en Cataluña cuando se produjeron los hechos -2013 y 2014-, es una de los tres directivos de la compañía pública que denunciaron en 2015 a sus superiores por supuestamente recibir regalos de constructoras a cambio de adjudicarles obras, algo negado reiteradamente por los acusados. Los otros dos son Francisco Valiente, ya fuera de la empresa, y Azahara Peralta, que ha sido recientemente readmitida en la compañía después de ser despedida por la anterior dirección -pese a que el juzgado declaró no nulo su despido-.

Las denuncias de estos tres directivos llevan en el juzgado cuatro años sin que se haya determinado la veracidad de los hechos. Ahora, además, el caso -utilizado por el PSOE durante años para desgastar al Gobierno de Mariano Rajoy- se da la vuelta: los que denunciaron las irregularidades que llevan años sin poderse probar, ahora son imputados por prevaricación. Ballesteros también fue readmitida en la empresa tras ser despedida por la dirección a la que denunció, aunque en su caso sí obtuvo una sentencia a su favor por despido nulo.

Prevaricación

La acusación de la Fiscalía sobre Ballesteros se basa en que, junto a su empleado Vicente Botella, manipularon a finales de 2013 y principios de 2014 el concurso de adjudicación de ‘Trabajos de implantación del Plan de Emergencia de la balsa de regulación del Río Belcaire 0B/02/13’ para «que la adjudicataria de esta obra -tal y como finalmente ocurrió- fuera, entre las tres sociedades que se presentaron al concurso, la empresa Contratas Vilor», dice el escrito.

Según el relato de la fiscal, Ballesteros y Botella modificaron el informe de la puntuación técnica de las tres empresas oferentes para favorecer a Contratas Vilor. En un primer informe, en diciembre de 2013, Contratas Vilor obtuvo menos de 11 puntos sobre 20, lo que según los criterios de valoración debería dejarles fuera automáticamente del concurso.

Sin embargo, en un segundo informe, de enero de 2014, y según los metadatos de los ordenadores aportado a la causa por Acuamed, fue modificada la nota de Contratas Vilor hasta mejorar su puntuación hasta 13,14 puntos.

«En este segundo informe se alteraron todas las puntuaciones asignadas inicialmente a la oferta de la UTE Contratas Vilor-López Instalaciones, elevándose en cada apartado 0,50 puntos (4 apartados) y en otro 1 punto, dando un resultado total de 11,50 puntos que, una vez elevada a puntuación expandida, suponen un total de 13,14 puntos», explica la fiscal. De esta forma, pasó el primer corte y pudo participar en la segunda fase, la oferta económica.

Oferta económica

Superada la primera fase, pudo hacer la oferta económica, que tenía un peso de 80 puntos sobre 100 en el conjunto de la adjudicación y que se retrasó para dar tiempo a modificar el informe técnico. Contratas Vilor hizo la oferta más baja, calificada como baja temeraria, que fue admitida por Ballesteros después de que la empresa justificara que podía hacer la obra a ese precio. Por el mayor peso de la oferta económica, Contratas Vilor ganó el concurso con 93,14 puntos. Copcisa-Innovia obtuvo 78,03 puntos y Sociedad Ibérica de Construcciones Ofiteco, 64,99 puntos. El monto del contrato no superaba los 400.000 euros.

En definitiva, la fiscal acusa a Ballesteros de manipular un concurso para favorecer a una determinada empresa, precisamente de lo que ella responsabilizó a la ex cúpula de Acuamed, proceso que lleva cuatro años en fase de instrucción sin que haya avanzado.

Extracto del escrito de la Fiscalía contra Gracia Ballesteros.

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