El efecto inmediato que tiene la comida rápida en los niños
No es solo el riesgo de engordar. La comida rápida tiene otros muchos efectos en el organismo de los niños.
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Es bien sabido que las grasas, el azúcar y la sal en los restaurantes de comida rápida atraen como un imán a los niños, sobre todo porque apelan a sus «gustos primarios». De hecho, desde un punto de vista evolutivo, los humanos están programados para anhelar alimentos ricos en calorías como un mecanismo de supervivencia, por lo que cada vez que ven, huelen o comen comida que popularmente se conoce como comida «basura», se liberan muchos químicos y neurotransmisores en el cuerpo. Sin embargo, es evidente que este tipo de alimentación tiene sus riesgos y consecuencias. Conozcamos ahora cuál es el efecto inmediato que tiene la comida rápida en los niños.
El efecto de la comida rápida en los niños
Cuando un niño muerde una hamburguesa, el sistema de recompensa de su cerebro se activa a medida que se secreta dopamina, que es el principal neurotransmisor responsable del placer y la excitación. A partir de entonces, sentirá una completa falta de control y una intensa demanda de su cerebro para querer más.
En un estudio reciente se encontró que una vez que los niños han comido comida rápida, consumen más calorías y menos nutrientes por el resto del día. Los días que los niños comieron en restaurantes de comida rápida, en comparación con los días que comieron en casa, consumieron 309 y 126 calorías más, respectivamente.
Durante años, los expertos han afirmado que el consumo prolongado de comida rápida obstruye las arterias, pero recientemente se descubrió que este daño comienza inmediatamente después de una sola comida de comida rápida.
La dieta tiene un efecto significativo en los hábitos de los niños. La comida rápida y los alimentos con alto contenido de azúcar reducen los niveles de energía y la capacidad de concentración durante largos períodos de tiempo. Si un niño está comiendo dulces, croissants de chocolate o bebidas azucaradas durante el recreo escolar en lugar de una ración de fruta o un bocadillo, seguramente tendrá hambre en menos de una hora; esto interrumpiría su concentración en el aula y podría afectar su desempeño general en la escuela.
Comer alimentos ricos en antioxidantes, como frutas, verduras, grasas saludables y pescado, brinda más energía y un estado de ánimo positivo, los cuales se derivan de una función cerebral positiva. Una dieta rica en comida rápida carece de estos beneficios nutricionales, lo que aumenta el riesgo de depresión.
Se cree que el sabor artificial de la comida rápida es adictivo, y los niños acostumbrados a ella pueden tener dificultades para adaptar sus paladares a alimentos relativamente suaves.
Otro problema es que la comida rápida tiende a reemplazar a otros alimentos más nutritivos. Cuando los niños comen snacks como patatas fritas y galletas envasadas, por lo general no consumen suficientes frutas y verduras, lo que disminuirá su ingesta de vitamina C y fibra. Finalmente, debido a que las comidas rápidas carecen de fibra, los niños que las consumen desarrollan estreñimiento, lo que puede causar dolor y molestias abdominales.
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