La Policía de Manzanares multó al asesino del empresario por aparcar mal nada más cometer el crimen
Antonio Caba, el intermediario detenido en Manzanares (Ciudad Real), por el asesinato del empresario Juan Miguel Isla, recibió una multa de tráfico por aparcar sobre la acera unos minutos después de, presuntamente, asesinar a Isla y dejar su cadáver en la finca donde posteriormente lo arrojaría al pozo con la ayuda de un cómplice. La multa fue puesta el 22 de julio de 2022 a las 9.08 de la mañana, unos minutos después de que se perdiese el rastro de Isla entre las localidades de La Solana y Manzanares. Su cadáver fue encontrado el 16 de marzo de 2023 en una finca propiedad de Caba comprada sólo unos días antes de cometerse el homicidio.
Lo curioso es que Caba, a pesar de tener plaza propia de garaje en el edificio de Valdepeñas donde vivía, acudió con tanta prisa a su casa que aparcó sobre la acera. Los investigadores de la Guardia Civil establecen la hora del asesinato del empresario entre las 8.30 y las 9.08 horas precisamente poco antes de la multa al intermediario. Las prisas de Caba por aparcar y subir a su casa no están justificadas a juicio de los investigadores.
La multa que le pusieron a Caba fue de 200 euros por estacionar su BMW X5 sobre la acera frente a su casa. Los guardias civiles entrevistaron también al agente de la Policía Local de Manzanares que formuló la denuncia que explicó que «mientras se encontraba formulando el boletín de denuncia a través del terminal móvil para tal fin, el usuario del vehículo salió él solo del portal de enfrente, momento en el cual reconoció de quien se trataba, ya que es alguien conocido del pueblo. Al llegar el usuario del coche a la altura donde se encontraba él y su compañero, éste les refirió que había aparcado sólo un momento, que ya se iba o algo así».
Teléfono móvil
Los investigadores también pudieron saber que «Antonio Caba, el día 22/07/2022 no portó consigo su terminal móvil durante el tramo temporal comprendido entre las 06.22 horas y las 09.08 horas pues éste se mantuvo conectado a celdas de telefonía de las habitualmente empleadas por su terminal cuando él mismo se sitúa, entre otros lugares próximos, en el domicilio del investigado».
Dejar el teléfono móvil en su casa una mañana de trabajo habría despertado además la sospecha de los guardias civiles porque «ésta es una conducta poco habitual en él en los otros desplazamientos iguales a La Solana (…) pues los días 6 de mayo, 20 de mayo y 24 de junio sí llevó consigo su terminal. El hecho de dejarse el teléfono móvil en su casa, unido a no dejar registro alguno en el sistema de alarma instalado en su vivienda hasta las 09.07 horas (…) sugiere que dicho comportamiento tendría como finalidad el de evitar dejar rastro esa mañana en los desplazamientos efectuados junto a la víctima, especialmente tras regresar de La Solana, pues Caba es conocedor de la posibilidad de ser rastreado a través de su línea telefónica».
Poco después de recibir la multa Antonio Caba tomó su vehículo en dirección a Valdepeñas, lugar de residencia de Gaspar Rivera, el jubilado acusado de ser su cómplice y detenido también por el mismo crimen, y lo llama a las 9.15 horas con una duración de 18 segundos. A partir de ese momento y hasta la una de la tarde Rivera apaga su móvil. A las 13.04 horas el jubilado llamaría de nuevo a Caba sin éxito y poco después se le vería conduciendo el coche del fallecido en una gasolinera de Membrilla.
Tres minutos después de esta primera llamada Caba telefonea a otra persona que también fue investigada, pero los guardias civiles descartaron, hasta el momento, su participación en el crimen. Al igual que el receptor de una tercera llamada del intermediario acusado del crimen, a las 10.49 horas. Una cámara de tráfico grabó el coche de Antonio Caba abandonando Manzanares a las 9.14 horas, con el empresario Isla ya desaparecido y, a juicio de la investigación, ya fallecido.
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