El okupa de Sevilla que realquila el piso de su víctima a turistas: está completo para el puente de mayo
El okupa realquila el piso de su víctima a 135 euros el día en en centro de Sevilla
Tras alquilarlo durante la Feria de Sevilla, el okupa sigue con su negocio sin que le desahucien
Richard, el okupa de Sevilla que realquila el piso de su víctima a turistas, ya tiene cubierto el alquiler del próximo puente de mayo a 135 euros el día. Entre tanto, su víctima, una mujer enferma de Parkinson, sigue esperando que la justicia desahucie al presunto delincuente. Es la segunda vivienda que el hombre se apropia en el mismo edificio.
«Catedral de Sevilla, ideal ubicación pleno centro, un dormitorio y el baño compartido», así publicita el okupa el piso de otra persona en la plataforma Airbnb.
«Saludos pueden hospedarse 1,2,3, huéspedes dependiendo el número que sea su propia reserva no son compartidas con otros huésped el gasto es adicional a partir de 1 huésped pueden hospedarse de 1 a 3 huéspedes dependiendo de su reserva», esto es lo que cada día puede leer en internet la legítima dueña del piso, mientras el okupa de Sevilla saca una buena cantidad de dinero realquilando las habitaciones del piso de su víctima.
Laura y su hermano Ricardo, las víctimas del okupa y propietarios legítimos del piso, calculan que el presunto delincuente se mete en el bolsillo cerca de 2.000 euros mensuales alquilando la vivienda que no es suya.
Reseñas de usuarios
En el colmo de la indecencia, el okupa Richard incluso disfruta de buenas reseñas de los inquilinos que le han pagado por alquilar las habitaciones de un piso que no es el suyo. «Francis es un anfitrión muy amable que se preocupa de que te sientas como en casa. La ubicación de la casa es muy buena», escribe un tal Máximo.
El okupa lleva meses realquilando la habitación principal de la vivienda. Incluso le ha puesto un candado al dormitorio. Los propietarios cuentan que a veces alquila su piso completo a los turistas por una buena cantidad. Entonces, el okupa debe salir de la casa pero continúa controlándola porque se instala un colchón en la azotea del edificio para dormir y no perder el chollo que la justicia le permite explotar descaradamente.
Le borran los anuncios y pone otros
En total, el okupa tiene tres anuncios en la plataforma turística de alquileres. Todos con el mismo piso, pero con diferentes nombres. Los propietarios explican en el programa Mañaneros de TVE que cuando los le insisten a la plataforma en que se trata de un piso okupado, ésta termina borrando el anuncio del okupa y el delincuente vuelve a insertar un nuevo anuncio. Al principio lo hacía con su nombre de pila, ahora con el pseudónimo de Richard.
Este okupa de Sevilla lleva más de un año aprovechándose de sus víctimas. En noviembre de 2022 le desahuciaron de otro piso del mismo edificio en la calle Monsalves. Ese mismo día, aprovechando que sus propietarios faltaron tres días, okupó otra vivienda del mismo bloque.
Era el piso de Laura, una mujer gaditana que había heredado el piso de sus padres y lo utilizaba como segunda vivienda cada vez que tenía que acudir al hospital de Sevilla para tratarse de la enfermedad de Parkinson que padece. Su hermano, también heredero del piso, hacía uso de la casa como inquilino habitual.
Detenida por echar al okupa
Laura y su hermano llamaron de inmediato a la Policía Nacional para denunciar el allanamiento de su segunda vivienda, tal y como establece la ley que insiste en que el okupa debe ser desalojado. «Ahí es cuando él presenta un contrato de alquiler falso a los agentes», refiere Laura. Ante ese contrato, los agentes se echaron atrás y decidieron que resolvieran los tribunales.
La Policía no echó al okupa. Los agentes sí detuvieron al hermano de Laura al día siguiente, cuando aprovechó para entrar en su piso, con su llave, porque parecía que el usurpador se había ido. Iban a detener a Laura, pero su hermano se ofreció a que le detuvieran a cambio de dejar libre a su hermana enferma.
Desde entonces no sólo tienen que soportar que el okupa les haya dejado sin vivienda, también comprueban con indignación que el okupa se está lucrando realquilando las habitaciones de un piso que no es suyo.
Un año y medio esperando justicia
Laura y su hermano llevan mas de un año esperando justicia con el okupa de Sevilla. En febrero de 2024 el juzgado les dio a elegir entre celebrar juicio o emitir la sentencia ya con los datos de la investigación finalizada. Decidieron renunciar al juicio para acortar los tiempos de una vez por todas.
El abogado de Laura, Manuel Huertas, acusa al okupa de Sevilla de un delito de allanamiento de morada, ya que la ley considera morada la segunda vivienda de cualquier propietario.
El letrado, también le acusa de un delito de falsedad en documento privado, por el falso contrato de alquiler que el okupa ha entregado como prueba de que vive en el piso de Laura tras echarle por impago del piso de en frente. Por último, le acusa de un delito de estafa procesal por intentar engañar a la titular del Juzgado de Instrucción 3 de Sevilla. Por todo, piden cuatro años y 5 meses de prisión para el okupa.
Sin embargo, ya han pasado dos meses más sin que el juzgado emita sentencia, mientras el okupa sigue alquilando la vivienda. Incluso ya tiene completo el alquiler del próximo puente de mayo.