Okupa la casa de una enferma de Parkinson y alquila las habitaciones a turistas en la Feria de Sevilla
La mujer lleva un año y medio intentando desalojar al "okupa"
El okupa también alquila la plaza de garaje de la víctima
Una mujer enferma de Parkinson lleva un año y medio luchando sin éxito para desahuciar a un okupa, que además de quitarle la casa alquila las habitaciones a turistas en la Feria de Sevilla. Bajo el pseudónimo de Richard, el delincuente caradura alquila las habitaciones de la vivienda okupada a 40 euros al día. La Policía detuvo al hermano de la víctima, también propietario de la vivienda, cuando intentó desalojar al parásito. Desde entonces, las víctimas siguen esperando a que actúe la justicia.
Esta delirante historia arranca el mes de noviembre del año 2022, cuando el acusado F.J.G fue desahuciado, no sin mucho esfuerzo, de una vivienda que ocupaba ilegalmente en la calle Monsalves de Sevilla. No le hizo falta intentar trabajar para buscar otro techo. Ese mismo día, aprovechando que sus propietarios no estaban durante una temporada, el okupa cruzó el pasillo y usando supuestamente unas llaves falsas se coló en la vivienda de las víctimas, frente al piso del que le acababan de expulsar.
Se trataba del piso de Laura, una mujer malagueña que había heredado el piso de sus padres y lo utilizaba como segunda vivienda cada vez que tenía que acudir al hospital de Sevilla para tratarse de la enfermedad de Parkinson que padece. Su hermano, también heredero del piso, hacía uso de la casa como inquilino habitual.
«Presentó un alquiler falso»
Es la propia Laura la que nos cuenta esta pesadilla que comenzó hace ya un año y seis meses. «En el 2022, este señor estaba viviendo en el piso de enfrente al de mi hermano y mío. Tenía una orden de desahucio porque llevaba varios años sin pagar. Entonces él, con un contrato falso de alquiler se mete en mi casa. Entonces mi hermano, no sabemos si se metió con una llave falsa, llamó a la Policía Nacional y es cuando él presenta el contrato de alquiler falso a los agentes», nos refiere Laura, que no pierde la esperanza a pesar de todo.
«Al día siguiente, mi hermano le vio abandonando la casa con sus pertenencias y usamos nuestra llave y pudimos entrar de nuevo en la casa y vimos que no había ya nada de este señor. Pero al día siguiente volvió el hombre acompañado de cuatro policías nacionales diciendo que él vivía allí de alquiler. Después de más de dos horas hablando con la Policía enseñándole las escrituras y diciendo que el contrato es falso porque vivía enfrente, la Policía no nos hace caso y nos indica que le devolvamos la llave y que eso lo tiene que resolver un juez».
Detenida por intentar echar al okupa
Indignados, los dos hermanos se niegan a abandonar su casa mientras el okupa les toma el pelo y gana tiempo frente a la Policía. El delincuente sabe que gracias a la ley él puede quedarse con la casa de momento.
Laura recuerda la tensa situación: «Yo no quiero irme, yo digo que no me voy y entonces me dice la Policía que tiene que llevarme detenida por desacato y al final mi hermano se ofrece a ir él y al final el que se va detenido es mi hermano y este hombre (el okupa) se queda en la casa».
El okupa alquila el piso a turistas
En una vuelta de tuerca a este delirio en el que las víctimas se convierten en delincuentes y los delincuentes en víctimas, Laura ha descubierto que el okupa de Sevilla está alquilando el piso a los turistas que vienen a pasar unos días a la Feria.
Así lo cuenta la víctima: «Ahora resulta que ha empezado a alquilarlo por una plataforma y los vecinos me avisan que lo tenía alquilado para toda la Feria de Sevilla. Además, también me advierten que está alquilando la plaza de garaje, así que tuve que ponerle un cepo».
Laura le llama a las cosas por su nombre: «Bueno, este señor tiene varios anuncios puestos en la plataforma, todos ellos anunciando mi piso. O sea que no sólo está ocupando mi piso sino que además se está lucrando. Además, por lo que veo en las fotos me faltan muebles y no sé si los habrá vendido o qué es lo que habrá hecho».
Un año y medio esperando justicia
Laura y su hermano llevan mas de un año esperando justicia con el okupa de Sevilla: «Esto va muy lento, porque empezó hace año y medio y la justicia va muy lenta. En febrero de éste año, nos llega una notificación para ver si queremos celebrar el juicio o emitir la sentencia porque la juez tiene las pruebas suficientes para emitir la sentencia. El abogado me aconseja que renunciemos al juicio para acortar los tiempos porque estamos desesperados».
«Ahora resulta que han pasado dos meses sin que haya sentencia y en total ha pasado un año y medio, esperando que desalojen a este señor cuanto antes», explica Laura durante la entrevista, disimulando la enfermedad que padece.
Laura, quizá por los reveses que le está dando la vida, se toma el caso del okupa caradura con filosofía y no pierde ni su educación, ni su sonrisa. Su abogado Manuel Huertas, con despacho en Málaga, es más beligerante.
El abogado de Laura acusa al okupa de Sevilla de un delito de allanamiento de morada, ya que la ley considera morada la segunda vivienda de cualquier propietario.
El letrado, también le acusa de un delito de falsedad en documento privado, por el falso contrato de alquiler que el okupa ha entregado como prueba de que vive en el piso de Laura tras echarle por impago del piso de enfrente. Por último, le acusa de un delito de estafa procesal por intentar engañar a la titular del Juzgado de Instrucción 3 de Sevilla. Por todo, piden cuatro años y 5 meses de prisión para el okupa.
Entre tanto, el presunto okupa, antes okupa del vecino de Laura, ni se llama Richard como figura en la plataforma vacacional de internet, ni piensa dejar de alquilar el piso de Laura lucrándose con el beneficio. Todo, mientras ya han pasado dos meses desde la petición de una sentencia y un año y medio desde que se quedó la vivienda de Laura.