La primera ola de calor del verano alcanzará temperaturas de 44ºC y las mínimas no bajarán de 20ºC
La primera ola de calor de este verano dejará temperaturas de más de 35 grados centígrados (ºC) en prácticamente toda la Península y en Baleares y las máximas llegarán a alcanzar hasta 44ºC mientras que las mínimas no bajarán de 20ºC, según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) que señala que solo se librarán de este episodio la costa de Andalucía oriental, Ceuta, Melilla y Canarias.
Así, la AEMET del Ministerio para la Transición Ecológica informa de que este episodio de altas temperaturas, que persistirá al menos hasta el día 6 de agosto, se debe a un acusado ascenso térmico provocado por la confirmación de varios factores.
Estos son la presencia de cielos poco nubosos o despejados, que permite la fuerte insolación propia de las fechas actuales sumado a las condiciones atmosféricas de gran estabilidad. El portavoz de la AEMET, Rubén del Campo, ha indicado a Europa Press que esto favorece el «fuerte» calentamiento de la masa de aire, que además queda estancada sobre la Península varios días.
El portavoz ha añadido que el tercer factor es la llegada de aire cálido de origen africano que también «ayuda» a que suban los termómetros.
En concreto, a partir de este miércoles se superarán los 40 grados en muchas zonas del sur, centro y valle del Ebro. En puntos de los valles del Tajo, Guadiana y Guadalquivir se podrán incluso alcanzar los 44ºC, mientras que en la meseta norte y sur de Galicia se alcanzarán, o incluso superarán, los 39 o 40ºC.
En el resto de la Península y especialmente a partir del viernes, probablemente se alcanzarán o superarán los 35ºC, incluso en zonas poco habituales como el área cantábrica o litoral catalán.
Si bien, las únicas zonas que quedarán al margen de estas temperaturas «significativamente altas» son la costa de Andalucía oriental, Ceuta, Melilla y Canarias.
Del Campo advierte de que las temperaturas mínimas también serán muy altas, y en buena parte de la Península y Baleares se mantendrán por encima de los 20ºC, de manera que habla de lo que «coloquialmente se conoce como noches tropicales».
Asimismo, ha destacado que las mínimas quedarán incluso por encima de los 25ºC en amplias zonas del cuadrante suroccidental de la península.
En general las máximas se situarán entre 5 y 10 grados centígrados por encima de los valores normales para esta época del año en prácticamente todo el área peninsular, llegando a anomalías de entre 10º y 15ºC por encima de la media en zonas del noroeste, especialmente a partir del viernes.
Las mínimas, en general, también estarán por encima de la media: entre 3 y 5ºC en la mitad oriental y entre 5 y 10ºC en la mitad occidental de la península.
El portavoz ha explicado que esta ola de calor, la primera de este verano, llega «con cierto retraso» respecto a los años anteriores, ya que en 2015, la primera comenzó el 26 de junio; la primera de 2016 llegó el 17 de julio y la primera de 2017 llegó el 13 de junio.
Precisamente la de 2017 fue la más temprana desde 1976, cuando comenzaron los estudios de olas de calor. La causa de esta ‘tardanza’ en 2018 se atribuye a la presencia de un potente anticiclón de bloqueo, muy persistente durante junio y julio, sobre el norte de Europa, que a la vez que provocaba temperaturas altas y tiempo inusualmente seco en esas regiones, favorecía la llegada hasta nosotros de depresiones en altura -conocidas como DANAS- que provocaban tormentas en el norte peninsular y temperaturas menos elevadas en nuestro país que en veranos anteriores.
En los últimos 43 veranos, solo en once estíos no se ha registrado ninguna ola de calor en España, y de ellos, tres veranos de este siglo XXI se libraron de las olas de calor.
Olas de calor más frecuentes
En todo caso, Del Campo ha recordado que las proyecciones climáticas advierten de que en el futuro las olas de calor podrían ser más extremas y frecuentes en el sur de Europa, aunque es difícil poder afirmar con certeza que un único evento haya sido debido al cambio climático de origen antropogénico.
Una vez finalizado el episodio ha de analizarse minuciosamente y realizar estudios de atribución que permitan obtener una respuesta probabilista.
Según concluyeron científicos de World Weather Attribution, una alianza internacional cuyo objetivo es realizar estudios de atribución al cambio climático, la ola de calor que afectó a España y Portugal en junio de 2017 fue 10 veces más probable como consecuencia del cambio climático inducido por la actividad humana.