Aprendizaje

Qué es la disgrafía, el trastorno de aprendizaje que debes conocer

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Qué es la disgrafía, el trastorno de aprendizaje que debes conocer

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Existen ciertas condiciones de salud de las que no solemos leer o escuchar a diario, cuyos síntomas pueden dejarnos algo perplejos. Saber qué es la disgrafía y cómo se manifiesta te permitirá detectar cuanto antes este trastorno del aprendizaje, común en niños, antes de que afecte negativamente el desarrollo de tus hijos. ¿Cuáles son los indicios de que un pequeño sufre el problema?

Antes que nada, hay que fijarse en su capacidad para escribir manualmente. Quien padece de disgrafía tiene serios inconvenientes para la escritura manual. Como podemos imaginarnos, en un contexto escolar esta deficiencia se traduce en todo tipo de obstáculos.

¿Cómo impacta la disgrafía en el paciente?

Este trastorno de origen neuronal, que suele estar acompañado de otras dificultades como la dislexia y la discalculia, condiciona notablemente el potencial para incorporar conocimientos de los niños. El proceso de formación se vuelve complejo y agotador.

Frente a esta situación, la primera recomendación es estar atentos a indicios como una mala caligrafía o calambres de las manos. Muchas veces, estos pequeños tienen complicaciones para trazar líneas rectas; y su letra puede ser poco legible o incluso confusa. Algunos tienen serios impedimentos motrices para escribir o coger el lápiz; y en ocasiones ni siquiera pueden utilizar teclados de PC.

¿Cómo puedo ayudar a mi hijo?

Ésta es una pregunta clave, ya que un niño con este trastorno necesitará del apoyo de todos los que le rodean. Es indispensable acudir a profesionales expertos en el tema, especializados en terapias y tratamientos específicos, pero también se requiere de una gran paciencia por parte de su círculo familiar. Es importante entender que el niño no tendrá un desarrollo completamente «normal».

Dicho esto, los profesionales a los que se recurre siempre deben aconsejar diferentes ejercicios para mejorar la motricidad fina. Además, no es extraño que sugieran la compra de herramientas como lápices y bolígrafos ergonómicos que favorecen el agarre.

Algunos padres optan por los grupos de trabajo, una alternativa interesante ya que le permite al niño convivir con otros pequeños que experimentan sus mismas circunstancias. Esto les hace sentir que no están solos y a estar más abiertos a socializar, evitando que se retraigan.

Como es lógico, hay que apuntalar otras formas de aprendizaje en las que la escritura no es tan imprescindible. Estos niños pueden ser brillantes en sus áreas de interés ya que su torpeza es más motora que intelectual. Es cuestión de facilitarles un poco las cosas.

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