Roscos de Semana Santa: receta tradicional paso a paso

Cómo preparar la masa de los roscos caseros

• Calentamos el vaso de agua en un cazo o en el microondas. Cuando esté caliente lo ponemos en un bol y le agregamos la levadura, es importante que no esté muy caliente. Este ingrediente será el que nos ayudará a tener unas rosquillas más esponjosas y que aumenten de tamaño.
• Removemos bien hasta incorporar una pizca de sal, la harina y el azúcar. En este paso podemos utilizar las varillas eléctricas o manuales para que quede todo bien incorporado.
• Seguimos añadiendo el aceite de girasol sin dejar de remover, el zumo de naranja y el huevo. Podemos usar un aceite de oliva si nos gusta más, es una buena opción que les dará un sabor más intenso a estas rosquillas.
• Cuando la masa esté bien compacta la empezaremos a trabajar sobre una superficie lisa, previamente enharinada. La extenderemos con un rodillo. Le daremos forma de rectángulo para poder cortarla mejor en forma de rosquilla.
• Puedes utilizar moldes o un vaso del tamaño adecuado. Solo tendrás que hacer un agujero en el centro para que queden perfectas. Lo importante que es que tenga una forma de rosquilla bonita, teniendo en cuenta que aumentará de tamaño al freírla.

Tiempo y temperatura ideal para freír los roscos

• Preparamos la sartén con una buena cantidad de aceite. Esperamos a que esté muy caliente (unos 180 grados) para empezar a freír las rosquillas. Cuando estén doradas, las vamos escurriendo y colocando en una fuente con papel absorbente para que eliminen el exceso de aceite.
• Finalmente, espolvorearemos con el azúcar y un poco de canela. Tendremos unas deliciosas y sencillas rosquillas tradicionales. Con un poco de vino dulce o una taza de café la sobremesa durante estos días será increíble.

Información nutricional: 2513 kcal

Tipo de cocina: Mediterránea

Tipo de comida: Postres y dulces

Errores comunes al hacer roscos y cómo evitarlos

Al hacer rosquillas caseras, es común cometer errores como usar demasiada harina, lo que las vuelve duras. También, freírlas con el aceite demasiado caliente puede quemarlas por fuera y dejarlas crudas por dentro. Para evitarlo, mide bien los ingredientes, amasa sin exceso y fríe a temperatura media (170-180°C) para lograr una textura perfecta.

Cómo conservar los roscos de Semana Santa sin que se endurezcan

Para mantener su textura suave y esponjosa, lo ideal es almacenar las rosquillas en un recipiente hermético a temperatura ambiente. Asegúrate de que estén completamente frías antes de guardarlas.

Si quieres prolongar su vida útil, puedes optar por congelarlas. Coloca las rosquillas en una bolsa apta para congelador, separándolas con papel encerado para evitar que se peguen. Cuando desees disfrutar de alguna, simplemente déjala a temperatura ambiente o caliéntala ligeramente en el microondas.

Recuerda que el uso de ingredientes frescos y de calidad también influye en la conservación. Así, podrás disfrutar de estas delicias durante más tiempo, ¡sin que se endurezcan y manteniendo su sabor casero!