Receta de Palitos de calabacín con parmesano
Los palitos de calabacín con parmesano se convertirán en un aperitivo de lo más recurrente. Tiene una base de ingredientes saludables y de verdura que los hacen especialmente beneficiosos para toda la familia. El calabacín es una verdura saciante que tiene una serie de propiedades ideales para mantener la línea y conseguir incorporarse en nuestro menú semanal. Gracias al parmesano podremos crear un rebozado perfecto. Para evitar más grasas no vamos a freírlos, los cocinaremos al horno para conseguir ese sabor crujiente y delicado que hará las delicias de los más exigentes. Si quieres cocinar el calabacín de una forma distinta, toma nota de estos palitos, son deliciosos.
Ingredientes:
Cómo preparar palitos de calabacín con parmesano:
- Para preparar estos palitos vamos a empezar encendiendo el horno. Esta herramienta nos permitirá cocinar este aperitivo con menos grasas, lo precalentamos a 200º para que vaya cogiendo temperatura.
- Seguimos con el calabacín, lo lavaremos para poder cortarlo con la piel incluida. Lo troceamos en palitos de más o menos el mismo tamaño para que se cocinen a la vez.
- Vamos a preparar el rebozado, en un plato ponemos el parmesano, el pan rallado, el ajo en polvo y el perejil seco. Mezclaremos estos ingredientes para que formen una sola masa. Le podemos poner más parmesano que pan rallado si nos gusta su sabor o aumentar la cantidad de ajo, las cantidades son orientativas.
- Ponemos los palitos sobre la mezcla para que se impregnen bien de todos los sabores. Podemos usar una técnica que consiste en poner el rebozado en una bolsa de congelador que sea consistente y de un tamaño mediano. Colocamos el calabacín y agitamos hasta que esté perfectamente cubierto con la mezcla.
- A medida que tenemos los palitos rebozados los colocamos en la bandeja para el horno. La habremos forrado con un poco de papel vegetal para que no se peguen. Cada palito estará con la piel hacía abajo para que queden lo más crujientes posibles.
- Los pondremos en el horno a 180º durante unos 30 minutos. Dependiendo del tamaño pueden estar antes. Vigilaremos los palitos hasta que estén dorados por fuera y quedan suaves por dentro.
- Serviremos en caliente, están mucho más gustosos con el queso fundido. Los acompañaremos de una salsa de tomate y de un poco de mayonesa, serán un entrante ideal.
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