¿Qué hay en juego en Extremadura?
Las últimas elecciones a la Asamblea de Extremadura, de mayo de 2023, no las ganó María Guardiola. El candidato más votado fue el difunto Guillermo Fernández Vara, quien, pese a lograr 6.843 votos más, obtuvo para el PSOE los mismos 28 escaños que los populares. Sin embargo, Guardiola logró ser investida gracias a que Vox había conseguido 5 escaños, uno más que los podemitas de Irene de Miguel. La suma de 33 escaños de PP más Vox, superaba en 1 a la suma de 32 escaños de PSOE más Podemos, por lo que María Guardiola, que había quedado segunda detrás de Fernández Vara, presentó su candidatura a la presidencia de la Junta de Extremadura, logrando ser investida el 14 de julio de 2023, solo 9 días antes de las elecciones generales, forzada desde la calle Génova a aceptar los votos de un partido que, solo unos días antes, había rechazado calificándolos de machista, racista y homófobo.
Para ser investida, Guardiola firmó con Vox un Acuerdo para la gobernabilidad y el cambio político en Extremadura y los de Abascal asumieron la consejería de Gestión Forestal y Mundo Rural. Pero Vox dejó sin mayoría a Guardiola un año después, cuando, en el verano de 2024, dio por rotos los gobiernos de coalición con el PP en Extremadura, Castilla y León, Aragón, Comunidad Valenciana, Murcia y Baleares, por haber aceptado el reparto voluntario de menores extranjeros no acompañados (MENAS) procedentes principalmente de Canarias. Desde entonces María Guardiola ha gobernado en solitario. En 2025 no recabó los apoyos necesarios para aprobar su propuesta de presupuestos y tuvo que prorrogar los de 2024, aprobados con los votos de Vox antes de la ruptura. Y como este año tampoco ha sido capaz de pactar los presupuestos de 2026, ha decidido convocar las elecciones autonómicas que se celebrarán el próximo domingo 21 de diciembre.
Todas las encuestas aseguran que el PSOE se va a descalabrar, obteniendo sus peores resultados históricos en la región. Con un candidato como Miguel Ángel Gallardo, sentado en el banquillo de los acusados por los presuntos delitos de prevaricación administrativa y tráfico de influencias en el caso del hermanísimo de Pedro Sánchez; y un Partido Socialista enfangado en incontables escándalos de corrupción y cercado por las denuncias de acoso sexual contra dirigentes del partido; se estima que el PSOE puede llegar a perder hasta 10 escaños, bajando desde los 28 conseguidos en 2023, hasta 18 o 19. Esta debacle socialista sitúa al PP de María Guardiola rozando la mayoría absoluta, para lo que solamente tendría que crecer 5 escaños más y así llegar a 33. Por su parte, los de Abascal, que ha asumido esta campaña electoral en primera persona, asistiendo junto con su candidato, Óscar Fernández, a la inmensa mayoría de actos electorales de su partido; se estima que pueden llegar a duplicar sus resultados, pasando de 5 escaños a 9 o 10, aunque algunas encuestas llegan a darle hasta 13 escaños a Vox.
Lo único que parece estar en juego el próximo domingo es saber si María Guardiola logra hacerse esta vez con la mayoría absoluta que no consiguió en 2023, porque, de no conseguirlo, lo que se va a encontrar es con un Vox en una posición mucho más fuerte que la de entonces. En una entrevista en el diario regional Hoy, el pasado día 5 de diciembre, Santiago Abascal afirmó que «si Guardiola no es capaz de alcanzar un acuerdo…, el PP tendrá que decidir si propone otro candidato», y preguntado si se ha llegado a plantear ese escenario, respondió: «Si Guardiola se empecina…», dejando entender que quizá esa fuera la única salida; a lo que la candidata del PP respondió acusándolo de nuevo de machista. Si el domingo María Guardiola consigue la mayoría absoluta, seguirá siendo la presidenta de Extremadura; si no la alcanza, como dijo Abascal… puntos suspensivos. Puede ser que la única que se juegue algo el domingo en Extremadura sea María Guardiola.