El imán de Ripoll planeaba huir con un pasaporte falso tras enviar a los yihadistas a inmolarse
El imán de Ripoll, Abdelbaki Es Satty, planeaba huir de España utilizando un pasaporte falso, tras enviar a la muerte a las cuatro parejas de hermanos marroquíes a los que había adoctrinado para que cometieran un atentado suicida contra algún edificio emblemático de la ciudad, como el templo de La Sagrada Familia o el otro gran templo de la ciudad: el Nou Camp.
Es Satty no pudo cumplir estos planes porque pocas horas antes del atentado de Las Ramblas falleció en el chalé de Alcanar junto a otro miembro de la célula de Ripoll, Youssef Aallaa (de 22 años), cuando intentaba fabricar el explosivo conocido como la madre de Satán, habitual en los atentados de Estado Islámico. Para ello habían hecho acopio de más de un centenar de bombonas de gas.
La información recopilada por la Policía Nacional indica que el imán Es Satty, considerado el cerebro de los atentados, no estaba dispuesto a inmolarse con el resto de miembros de la célula, sino que se reservaba otro destino: esconderse fuera de España con una identidad falsa.
Por este motivo, las pesquisas se centran ahora en los contactos que mantenía con redes yihadistas tanto en su país de origen, Marruecos, como en Bélgica, donde residió entre enero y marzo de 2016. Según los testigos interrogados, Es Satty realizó este viaje tras pelearse con los responsables de la «mezquita antigua» de Ripoll, situada en la calle Progrés. A su regreso, comenzó a impartir las enseñanzas del Corán en la mezquina nueva, donde captó a los jóvenes marroquíes.
Detenido con 121 kilos de hachís
La Policía Nacional tomó declaración el pasado mes de junio a una mujer de nacionalidad marroquí, residente en Murcia, cuyo marido coincidió con Abdelbaki Es Satty en la prisión de Castellón, donde el imán cumplió condena tras ser detenido en 2010 en Algeciras, cuando intentaba introducir en España 121 kilos de hachís.
La mujer relató a la Policía que, pocos días antes de los atentados del 17-A, Es Satty telefoneó a su marido para preguntarle si conocía «a alguien que pueda confeccionar pasaportes falsos». Según le explicó, pretendía utilizar el documento para traer a España a su hijo desde Marruecos.
Puesto que faltaban pocos días para la masacre, parece inverosímil que Es Satty fuera a poner en marcha en esas fechas los trámites para traer a su hijo. Y menos aún, que necesitara hacerlo utilizando un pasaporte falso.
Por este motivo, la Comisaría de Información de la Policía Nacional sospecha que la intención real del imán de Ripoll era huir de España, utilizando un pasaporte falso, después de que los miembros de la célula que había organizado murieran en un gran atentado.
Contactos con el CNI en la cárcel
La Policía interrogó a esta mujer después de que en las ruinas del chalé de Alcanar apareciera un volante de empadronamiento a su nombre. La testigo explicó que, después de que ambos salieran de prisión, Es Satty visitó dos veces a su marido en su casa de Murcia, aunque ella nunca llegó a verle, ya que «no está permitido que hombres y mujeres se junten». El marido de la testigo se encuentra actualmente en Marruecos, ya que pesaba una orden de expulsión contra él por un período de cuatro años.
No ocurrió así con Abdelbaki Es Satty, a pesar de que había sido condenado a cuatro años de cárcel por tráfico de drogas. Cuando salió de prisión, la Policía puso en marcha el procedimiento para expulsarle del país, en aplicación de la Ley de Extranjería. Sin embargo, un Juzgado de Castellón anuló la orden y le concedió el permiso de residencia permanente en España.
Como informó en exclusiva OKDIARIO, agentes del CNI habían visitado en la cárcel a Es Satty, en un procedimiento rutinario que se emplea con presos musulmanes en riesgo de radicalización yihadista. No en vano, Es Satty había compartido piso en Jaén con un terrorista suicida (Bengacem Bellil, que luego asesinó a 23 personas en Irak estrellando un camión con explosivos contra un cuartel italiano) y en Vilanova de la Geltrú residió con el cabecilla de la red yihadista desarticulada en la Operación Chacal, como también desveló en exclusiva OKDIARIO.
Los contactos de Abdelbaki Es Satty con agentes del CNI en prisión y su supuesta disposición a colaborar con las autoridades españolas (desmentida luego cuando planificó los atentados del 17-A) pudo contribuir a suavizar su situación legal en España.