Gastronomía

Parece turrón, pero este manjar de dioses sólo existe en Castilla-La Mancha y se lo comen todo el año

Turrón, dulce, postre
Recreación de un turrón.
  • Sofía Narváez
  • Periodista multimedia graduada en la Universidad Francisco de Vitoria, con un Máster en Multiplataforma por la Universidad Loyola. Editora en Lisa News con experiencia en CNN y ABC.

En España el turrón es parte de la Navidad. Ideal para regalar, para compartir, para cerrar una comida larga con un postre sabroso y barato. El original se hace con almendra, miel y clara de huevo, pero cada vez surgen más variaciones: desde los de chocolate crujiente hasta los de tocinillo del cielo. Las empresas no paran de buscar fórmulas nuevas que llamen la atención.

En Castilla-La Mancha no sólo se come turrón. Allí hay un dulce muy típico, parecido, pero con una personalidad propia. Es sabroso y sorprende por lo mucho que recuerda al turrón sin serlo.

Este es el manjar que comen en Castilla-La Mancha y parece turrón

El nombre de este dulce típico es el alajú. Su origen tiene raíces antiguas. Viene de tiempos de la dominación árabe, y su nombre (que procede del árabe al-hasú, «relleno») ya da pistas sobre su estructura. Hoy se sigue preparando sobre todo en Cuenca y en otras zonas de la región, donde nunca ha dejado de formar parte de la repostería casera.

Aunque a simple vista puedan parecerse, el alajú y el turrón tienen diferencias claras. El alajú se elabora con miel, pan rallado, frutos secos y va prensado entre obleas. Su textura es más densa y el sabor, más especiado, más rústico.

El turrón tradicional, en cambio, se hace con almendras, miel, azúcar y a veces clara de huevo. Puede ser duro o blando, y no lleva obleas. Es otro tipo de dulce, con otra textura y otro proceso.

El alajú se sigue haciendo como antes, con lo justo. No necesita rellenos extraños ni envoltorios brillantes. No es muy conocido, pero para quien visita Castilla-La Mancha, es algo que merece la pena probar o llevarse como souvenir.

¿Cómo se hace este dulce típico de Castilla-La Mancha?

La receta es sencilla y muy sabrosa. Sólo hace falta seguirla al pie de la letra y tener ganas de sorprender a la familia.

Ingredientes:

  • 400 g de miel.
  • 250 g de almendra marcona sin piel.
  • 200 g de pan rallado fino.
  • Unas gotas de esencia de naranja o ralladura.
  • 6 obleas redondas (de unos 20 cm de diámetro)

Procedimiento:

  • Reservar unas 15 almendras enteras por cada torta de alajú. Picar el resto.
  • Calentar la miel en un cazo a fuego medio.
  • Añadir el pan rallado y las almendras picadas. Remover sin parar para que no se pegue.
  • Cuando la mezcla esté espesa y homogénea, añadir la esencia o ralladura.
  • Apartar del fuego y dejar que pierda un poco de calor.
  • Colocar parte de la pasta sobre una oblea. Extender bien, sin llegar del todo al borde.
  • Incrustar las almendras enteras por dentro de la masa.
  • Cubrir con otra oblea.
  • Presionar con una tabla para que quede uniforme.

Hay que manipular las obleas con cuidado porque se rompen con facilidad. Una vez hecho, se deja reposar para que asiente bien y los sabores se integren.

El alajú se come cuando apetece, con un café, con un té o solo. Tiene un sabor profundo, con ese punto tostado y aromático que lo hace especial. Y aunque su aspecto recuerde al turrón, su carácter es otro.

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