Gobierno Pedro Sánchez

Sánchez busca una excusa para encubrir una crisis de gobierno que fortalezca su Ejecutivo

Sánchez cree necesario fortalecer el gabinete a la vez que reducir carteras ayudaría a generar confianza entre sus socios europeos

Presupuestos
El primer Consejo de Ministros del actual Gobierno. (Foto: EP)
Joan Guirado

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, vuelve a recuperar sus planes de remodelar el Gabinete que preside. La idea la tuvo en plena pandemia, al comprobar la ineficacia de algunos de sus ministros y del gran número de carteras, pero la aparcó al considerar que habían salido reforzados de la crisis. Ahora, según indican fuentes cercanas al jefe del Ejecutivo, vuelve a situar sobre la mesa esa posibilidad de cara a las próximas semanas.

Para hacerlo, el presidente necesita una excusa. Una remodelación por sí sola, que evidenciaría que las cosas no funcionan en el seno de la coalición socialcomunista, se da casi por descartada en el Palacio de La Moncloa. Ahora bien, la posible salida de Salvador Illa para ser candidato en las elecciones catalanas o la de Arancha González Laya o Pedro Duque para ocupar cargos internacionales, podrían ser la excusa perfecta para llevar a cabo sus planes.

El objetivo que perseguiría Pedro Sánchez con esta reforma es doble: por un lado fortalecer y hacer más ágil el día a día en la toma de decisiones; por otro, proyectar una imagen a Europa de que reduce gasto superfluo. Y es que, con 22 ministros, el de España es uno de los gobiernos más amplios de la Unión Europea y el más numeroso de la historia democrática de nuestro país.

La dificultad de esa reforma reside en que la gran mayoría de los ministerios a eliminar están en manos de Unidas Podemos, por lo que tendría que equilibrar la representación. Si se decide avanzar en esta idea deberá abrir un debate con su socio de coalición sobre cómo quedan finalmente representados ambos partidos en el Consejo de Ministros.

Consumo y Universidades, en duda

Dos de los ministerios que podrían desaparecer son los de Consumo y Universidades, ambos en manos de Unidas Podemos. Los dos departamentos tienen pocas competencias, ya que la mayoría están transferidas a las Comunidades autónomas, por lo que su eliminación no trastornaría los planes del Gobierno. De hecho, tanto Consumo como Universidades pasaron a ser ministerio único, tras la firma de la coalición, para dar cabida a la cuota podemita.

El trabajo realizado por el departamento de Consumo, dirigido por el líder de Izquierda Unida, Alberto Garzón, ha pasado casi desapercibido. Durante la pandemia su labor se ha focalizado, básicamente, a poner coto a los precios de algunos productos -pese a que la orden final era de Sanidad- y obligar a empresas turísticas y de espectáculos a devolver los importes pagados de vuelos, hoteles y eventos cancelados. Anteriormente Garzón anunció una nueva contra la industria del juego y las apuestas que, finalmente, no será como inicialmente la había planteado.

En Universidades, directamente, «no hay nada que valorar» del trabajo del catalán Manuel Castells, admiten fuentes de Moncloa. El catedrático ha sido «una de las grandes decepciones» del Gobierno de Pedro Sánchez. En lo peor de la crisis sanitaria, mientras los universitarios reclamaban respuesta sobre cómo debían finalizar sus estudios, el ministro llegó a estar desaparecido durante varios días. Manuel Castells, según varias fuentes, incluso no cogió el teléfono en distintas ocasiones. A diferencia del resto de ministros, además, tampoco compareció regularmente ante los medios de comunicación. Desde su llegada al Ejecutivo solo lo ha hecho una vez.

De optar, finalmente, por esta reducción de carteras Sánchez volvería a incluir Consumo en el Ministerio de Sanidad o bien en el de Derechos Sociales, que dirige Pablo Iglesias. El área de Universidades, por su parte, volvería a formar un ministerio junto a Ciencia e Innovación, ahora dirigidos por el astronauta Pedro Duque. En el anterior mandato Duque ya tuvo también entre sus competencias las de Universidades.

Escrivá cotiza al alza

Uno de los ministros que tiene asegurada su continuidad, aunque se ejecute esa remodelación del Ejecutivo, es el titular de Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá. El expresidente de la AIREF, uno de los fichajes estrellas de Pedro Sánchez, es uno de los ministros más bien valorados por el presidente. Su labor con el Ingreso Mínimo Vital, que tuvo que preparar en un tiempo récord, es su mejor aval.

Escrivá, que al inicio del mandato estuvo muy cercano al vicepresidente segundo Pablo Iglesias y a las tesis que defendía Podemos, fue virando su postura hasta convertirse en un muro infranqueable por el podemita. El ministro de Seguridad Social y Migraciones está ahora alineado con el sector ortodoxo del Gobierno, liderado por Nadia Calviño y María Jesús Montero, y su opinión es muy valorada por Sánchez.

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