El pleno empleo en España tampoco serviría para evitar el déficit de las pensiones
Ni el mercado laboral está "saludable" ni es "garantía para un sistema de pensiones sostenible"
España pierde casi 200.000 empleos en pleno agosto y el paro aumenta en 22.000 personas
Choque generacional: la tasa de dependencia se dispara y acelera el colapso del sistema de pensiones

El estado del sistema de pensiones español es mucho más grave del que nos cuentan los políticos, porque ni siquiera el pleno empleo lograría reducir a cero el déficit del sistema. Para que esto fuera posible, sin que el Estado lo redujera artificialmente, sería necesaria la incorporación a la Seguridad Social de 3,78 millones de nuevos aportantes. Sin embargo, esta cifra está muy por encima del total de población activa desempleada, que es de 2,55 millones de españoles. Así, aunque todos los españoles que están desempleados trabajaran, el sistema seguiría en déficit.
La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, aseguraba, tras la publicación de los datos del paro de agosto, que España tiene «un mercado laboral saludable» y que este es «la mejor garantía para un sistema de pensiones sostenible». No obstante, la política está equivocada.
Tal y como han evidenciado los datos de desempleo publicados este martes, España no tiene un mercado laboral «saludable». De hecho, las últimas cifras posicionan a nuestro país como el país con peores datos de paro general y de los jóvenes, doblando la media europea. Uno de cada 4 desempleados de la Unión Europea (UE) es español. Además del paro, el mercado laboral español presenta otras problemáticas como una tasa de temporalidad disparada, que ya supera el 60%, y que afecta mayoritariamente a los jóvenes.
Por otro lado, el mercado laboral, ni el actual ni uno ideal con pleno empleo, es «garantía de un sistema de pensiones sostenible». En el año 2023, el déficit real del sistema de pensiones, es decir, si sólo contamos con los ingresos por cotizaciones, ascendía a unos 55.919 millones de euros, cifra que representa un 3,8% del PIB, según un informe elaborado por Fedea. Dicho déficit es cubierto actualmente por el Estado para que el sistema no colapse, pero aumenta la presión fiscal sobre la población.
Pero, si el Ejecutivo no aliviara artificialmente el déficit, reducirlo hasta cero requeriría la incorporación de unos 3,78 millones de nuevos aportantes a la Seguridad Social (teniendo en cuenta que cada cotizante aporta unos 15.000 euros anuales), una cifra que está muy por encima del total de personas desempleadas registradas en diciembre de 2024 según el INE, que fue de 2,55 millones de españoles. Aunque todos los que están sin trabajo consiguieran un empleo, no sería suficiente.
Las declaraciones de Elma Saiz
No está claro si Elma Saiz miente deliberadamente o no sabe interpretar los datos, pero la política socialista ha destacado, en unas declaraciones sobre los datos de desempleo, que el empleo ha crecido en casi todos los sectores productivos y en todas las comunidades autónomas, y ha aumentado «especialmente» entre los menores de 30 años, haciendo del mercado de trabajo español uno muy «sano».
Pero España, como ya mencionamos, es el país de la UE con los peores datos de desempleo. Tanto a nivel general (10,4%), como de jóvenes (23,5%), el paro en España es el doble de la media europea (5,9% y 14,4% respectivamente).
Igualmente, la ministra ha afirmado que «gracias a las políticas llevadas a cabo por el Gobierno de coalición progresista», se han corregido «fallas» históricas del mercado laboral, como la temporalidad, que se ha reducido a la mitad en comparación con 2018. Los datos, de nuevo, desmienten sus afirmaciones. La temporalidad del mercado laboral supera el 60% sin tener en cuenta los contratos fijos discontinuos, aunque vienen siendo contratos temporales.
Otras reformas del Gobierno han sido la subida del salario mínimo, que, más allá de resultar en una subida del salario real, provocó la caída del poder adquisitivo de los españoles. O la jubilación flexible de Sáiz, que espera implementar en «las próximas semanas» y cuyo fin es mantener a personas en edad de jubilarse en el mercado laboral, pues el sistema de pensiones se queda sin aportantes que lo sostengan. Siendo así, las personas en edad de salir del mercado de trabajo no lo harán, y los jóvenes con edad para entrar en él, no podrán, agravando el desempleo juvenil y no resolviendo la insostenibilidad del sistema de pensiones español.