Desde el despido de Valverde

El Barcelona sigue siendo una ruina

El Barcelona sigue en caída libre y rumbo a otro año en blanco: debe remontar en Copa del Rey, Champions League y Liga Santander.

Desde la destitución de Ernesto Valverde el club ha enlazado un despropósito tras otro

Messi
Leo Messi, derrumbado tras la derrota del Barça ante el PSG.

El Barcelona no levanta cabeza. El cuadro culé tocó fondo este domingo con el empate a uno ante el Cádiz en el Camp Nou. Era una oportunidad de oro. Para levantarse primero de la abultada derrota psicológica que sufrió ante el Paris Saint Germain y para engancharse de lleno a la lucha por el título liguero con el tropiezo del Atlético de Madrid. Estaba todo de cara para que el encuentro ante los gaditanos fuera un trámite pero todo se trabó hasta tal punto que el hundimiento parece irrevocable.

«Viniendo de donde venimos era muy importante meternos hoy en la lucha por la Liga», decía Gerard Piqué tras el empate ante el Cádiz. No pudo el Barça responder ante la exigencia, ni siquiera con el teórico once de gala que tiene entre manos Ronald Koeman, que parecía haber dado con una tecla que hoy parece invisible. Los titulares se estrellaron una y otra vez con el muro defensivo que planteó Álvaro Cervera. Un bloque amarillo al que solo lograban golpear con balones por alto que no veían puerta.

Ha tenido tiempo Koeman para crear algo de valor esta temporada. Lesiones a parte, la plantilla era corta pero tenía lo necesario para competir al primer nivel en las grandes citas. Pero el Barça se ha olvidado de eso. Hablaba de decepción el holandés y no es para menos. El holandés está próximo a cumplir medio año en el banquillo del Barcelona y ha tenido tiempo de sobra para reconfigurar una plantilla con ciertas novedades y que mantenía un bloque sólido del equipo que no logró nada la pasada temporada. Nada el pasado  curso y esta temporada apunta de nuevo al blanco, no al merengue, si no a la nada en las vitrinas.

Parecía el mejor momento del curso para los culés. Una versión renovada de Leo Messi, el Griezmann más solidario y decisivo, el Dembélé menos errático, el De Jong más llegador, la revelación Pedri… Eran muchos síntomas positivos, halagüeños para la hinchada blaugrana. Se podía pensar que la temporada podía acabar siendo una rápida siembra de la que se obtendrían resultados… pero eran espejismos.

En el momento de la verdad, en los partidos decisivos o ante rivales de máxima exigencia, el Barça claudicó. Le pasó en la final de la Supercopa de España ante el Athletic de Bilbao donde se esfumó el primer título. Antes en Liga se habían perdido partidos ante Real Madrid y Atlético de Madrid, los dos máximos competidores por la lucha por el título doméstico.

Fue el turno después de la Copa del Rey. La ida de semifinales ante el Sevilla fue un despropósito difícil de arreglar, más si cabe el partido de ida de octavos de Champions League ante el Paris Saint Germain, donde terminaron de salir todos los fantasmas, los europeos, que tiene escondidos en cada rincón el cuadro culé. El Barça está condenando a remontar esta temporada en la Liga Santander, en Copa del Rey y en Champions League. En las tres competiciones, su crédito se ha reducido a la mínima y el año en blanco ya oscila en torno al equipo de Ronald Koeman, que no da señales de reacción en las próximas semanas.

Con el despido de Valverde empezó todo

El 13 de enero de 2020 el Fútbol Club Barcelona anunciaba el despido de Ernesto Valverde tras la eliminación del equipo de la Supercopa de España a manos del Atlético de Madrid. Su adiós dio paso a Quique Setién y su cuerpo técnico que vivirían todo el vaivén que supuso el coronavirus. El Barça acabaría derrumbándose deportivamente con el cántabro en el banquillo. Cayó en Copa del Rey ante el Athletic de Bilbao y perdería LaLiga en Mestalla (2-0), el Santiago Bernabéu (2-0) y sus tropiezos ante Sevilla (0-0), Celta de Vigo (2-2) y Atlético de Madrid (2-2).

La crisis económica del club llevó también al malestar de la plantilla con las fuertes reducciones salariales que llevaron a cabo desde la presidencia de Josep María Bartomeu que acabaría por generar un cisma poco después. La tremenda eliminación en Champions League ante el Bayern de Múnich, con el doloroso 2-8, provocó la destitución de Setién y la llegada de Ronald Koeman.

Con Bartomeu aún en la dirección, se decidió poner punto y final a la etapa de Luis Suárez en el Barça, algo que llevó también a la decisión de Leo Messi de abandonar el club. El club le negó la posibilidad de marcharse y el argentino acató. Esto llevó a Bartomeu a su destitución con la temporada ya empezada, dando paso a la Junta Gestora de Carles Tusquets y al inicio de un proceso electoral que durará hasta la primera semana de marzo. El FC Barcelona es puro ruido y así es difícil no estar en caída libre.

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