Así sería la vida de un neandertal si pudiésemos recuperarlo y tenerlo entre nosotros: no lo distinguirías

Los neandertales son una especie extinta del género Homo que coexistió con los humanos anatómicamente modernos. Aparecieron en el Pleistoceno medio y habitaron en Europa, Oriente Próximo y Asia Central hasta hace aproximadamente 40.000 años. El primer fósil neandertal, denominado Neanderthal 1, fue descubierto en el Valle de Neander en Alemania en el siglo XIX.

Estudios paleogenéticos revelan un origen común entre neandertales y humanos modernos, con evidencia de convivencia e hibridación en Próximo Oriente y Europa occidental. Aunque a menudo se les representa como toscos y poco inteligentes, los neandertales eran sofisticados: usaban herramientas, controlaban el fuego, cazaban y cuidaban a los enfermos. Se reconocen capacidades estéticas y espirituales similares a las de los humanos actuales, como se evidencia en algunas de sus tumbas.

El ADN neandertal revela un antiguo flujo genético con los humanos modernos, indicando cruces y mestizaje. Los humanos no africanos tienen entre un 1 y un 4% de genes neandertales adquiridos hace unos 50,000 años, poco después de salir de África. Más del 20% del genoma neandertal sobrevive en la población actual. Se cree que algunos de estos genes han sido seleccionados para aportar ventajas adaptativas a nuestra especie.

¿Es posible resucitar a un neandertal?

El estudio genético ha avanzado considerablemente, llevando a la posibilidad de la desextinción, aunque aún plantea límites legales y éticos. En 2003, científicos lograron el primer caso de desextinción al hacer nacer una hembra de bucardo, pariente de la cabra montesa, extinta en 2000. Lamentablemente, solo vivió unos 10 minutos, siendo la primera especie en extinguirse dos veces.

Actualmente, diversas empresas compiten para revivir animales extintos como el mamut o el dodo. Si es viable con estas especies, surge la pregunta: ¿podría aplicarse a especies humanas ya desaparecidas? La respuesta corta es afirmativa.

El avance en técnicas de clonación y edición genética podría permitir la «desextinción» de especies extintas, incluidos homínidos. Sin embargo, esta idea plantea desafíos éticos y morales significativos.

La resurrección de especies extintas plantea cuestiones sobre su lugar en el ecosistema actual y si podrían adaptarse adecuadamente. Además, la recreación de seres humanos extintos plantea inquietudes éticas sobre su integración en la sociedad contemporánea.

Científicos destacados, como Helen Pilcher y George Church, plantean la posibilidad de devolver a la vida a los neandertales. Con solo 10 millones de diferencias en su ADN en comparación con los humanos modernos, sugieren un proceso de «desextinción».

La propuesta implica extraer ADN de fósiles neandertales, reconstruir informáticamente el genoma y compararlo con el genoma humano. Utilizando tecnologías de edición genética como MAGE, se corregirían las diferencias, creando una célula con ADN neandertal. Esta célula reemplazaría el material genético de un óvulo, y después se intentaría su división mediante estimulación eléctrica. Finalmente, se requeriría una mujer dispuesta a ser gestante subrogada para llevar adelante el proceso.

El planteamiento teórico de la posibilidad de engendrar un bebé neandertal, como menciona Helen Pilcher y George Church, implica una serie de pasos técnicos y científicos avanzados:

1. A partir de fósiles u otros restos, se extraería el ADN neandertal.
2. Utilizando el ADN extraído, se reconstruiría informáticamente el genoma neandertal.
3. Se compararía el genoma neandertal reconstruido con el genoma humano moderno (Homo sapiens).
4. Utilizando tecnologías como la máquina MAGE (Multiplex Automated Genome Engineering), se editarían las diferencias genéticas entre el genoma neandertal y el genoma humano moderno.
5. Se crearía una célula con el ADN neandertal editado.
6. Se extraería el núcleo de un óvulo humano y se reemplazaría con el núcleo de la célula con ADN neandertal.
7. Se aplicaría electricidad u otros estímulos para inducir la división celular.
8. El embrión resultante se implantaría en una mujer dispuesta a ser gestante subrogada.

Es cierto que, aunque la idea de revivir a un neandertal plantea cuestiones éticas y morales, también despierta la curiosidad sobre cómo se integraría en la sociedad moderna.

El escenario de un neandertal creciendo en la cultura contemporánea, compartiendo experiencias en redes sociales y adoptando las tendencias modernas, ilustra la naturaleza dinámica de la identidad y la cultura. La aceptación social, la educación y la interacción con los demás serían factores cruciales para su integración y bienestar emocional.

El gen FOXP2, asociado con las capacidades del lenguaje, se ha encontrado tanto en neandertales como en humanos modernos. Esto respalda la idea de que los neandertales podrían haber tenido habilidades lingüísticas similares a las nuestras. La evidencia arqueológica también sugiere que compartían características culturales y simbólicas, como el entierro de sus muertos y la creación de arte rupestre.

Por lo tanto, la noción de que un neandertal nacido hoy podría aprender a usar un teléfono inteligente y participar plenamente en la sociedad moderna no parece descabellada desde el punto de vista de las habilidades cognitivas.

La secuenciación del genoma de homínidos extintos, como los neandertales, ha sido un logro significativo en el campo de la genética y la paleogenómica. Svante Pääbo ha liderado investigaciones pioneras en este sentido y ha contribuido de manera importante al conocimiento de nuestra historia evolutiva.