DESAPARECIDA HACE TRES MESES

El FBI detiene en Miami al marido de Ana Knezevich, la norteamericana desaparecida en Madrid

Le acusan de la desaparición de su mujer, Ana Knezevich.

Una investigación conjunta de la Policía Española y el FBI

Ana Knezevich, desaparecida Madrid
Ana Knezevich, desaparecida en Madrid.
Ángel Moya

El FBI en colaboración con la Policía Nacional ha detenido en el aeropuerto de Miami al marido de Ana Knezevich, la norteamericana desaparecida en extrañas circunstancias en Madrid el pasado mes de febrero. El hombre, de origen serbio pero nacionalizado norteamericano, era el principal sospechoso desde la desaparición de Ana, en proceso de divorcio del ahora detenido y con serias discrepancias sobre el reparto el patrimonio millonario de la pareja.

Los investigadores siempre sospecharon de la ex pareja de Ana a pesar de que según su coartada se encontraba en Serbia en el momento de los hechos. Sin embargo, la investigación, ahora bajo secreto de sumario, ha podido reunir suficientes indicios de su presunta participación en la desaparición de su ex mujer.

Ana María Knezevich, de 40 años y residente en Fort Lauderdale, Florida (EEUU), desapareció en la capital de España en la noche del pasado día 2 de febrero. A partir de ahí se pierde su rastro. Esa misma noche un hombre que tapaba su cabeza con un casco de moto estropeó con pintura las cámaras de seguridad y forzó la puerta del edificio donde se alojaba la desaparecida.

Ana había llegado en diciembre a Madrid, donde vive una amiga de la infancia, y se instaló en un piso temporalmente en un piso de alquiler huyendo de un divorcio complicado . De hecho, el día antes de la desaparición ambas estuvieron visitando una nueva vivienda para mudarse.

Poco después, tuvo lugar la última comunicación de la desaparecida con su familia y allegados. Fue el día 2 a las 11:30 horas, cuando Ana le comentó a su amiga que el piso que habían visitado no le había gustado.

Su amiga le escribió ese mismo día, pero ya no tuvo respuesta a sus mensajes y llamadas. Su amiga no entendía el motivo de la desaparición de Ana porque el 5 de febrero, dos días después, tenían planeado viajar juntas a Barcelona y Ana estaba muy ilusionada con ello. Su amiga, incluso llegó a ir a la estación de Atocha ese por si acaso hubiera perdido el móvil.

Sospechosos mensajes de WhatsApp

Su hermano, Felipe Henao, insistió desde el principio en sus sospechas tras recibir una serie de mensajes sospechosos de WhatsApp escritos desde el teléfono móvil de Ana Knezevich que no parecían escritos por ella. «Creemos que fueron traducidos desde Google al español. Nos preocupa que haya sido planeado, por eso el tiempo es importante», dijo en su día.

Los mensajes llegaron el día 3 de febrero a los teléfonos de su amiga en Madrid y de otra que tenía planeado visitar a Ana en Madrid. Ambas recibieron el mismo mensaje en WhatsApp, una en español y la segunda en inglés, desde el móvil de la desaparecida. En estos mensajes, Ana Knezevich les decía a sus amigas que «había conocido una persona maravillosa y que se había ido con ella a una casa de campo situada a dos horas de Madrid, pero que allí hay mala señal, por lo que ya contactarán con ellas cuando regresara».

Los mensajes aumentaron aún más la inquietud de las amigas, y la residente en Madrid fue a buscar a Ana a su domicilio. Al no responder nadie a la puerta, llamó a los servicios de emergencias. Tras contarles lo ocurrido, los Bomberos entraron al piso por una ventana y comprobaron que no había signos de violencia ni desorden, sino lo normal en estas estancias.

Asalto al edificio

También, una vecina afirmó que había visto luz en la vivienda la madrugada del sábado día 3. Y que en ese fin de semana intentaron robar en el edificio y que por ello unos desconocidos taparon con un spray negro la cámara del teléfono de la entrada y la de seguridad junto al ascensor.

Ante semejante situación, se denunció la desaparición de Ana María en la comisaría de la Policía Nacional.  No cuadraba en absoluto que Ana María interrumpiera el contacto con sus amigas y familia y tampoco encajaba que abandonara la ciudad de Madrid de repente, donde quería rehacer su vida.

Se negó al polígrafo

De su marido, David de 35 años, poco se sabe. Contrató rápidamente un abogado que negó la mala relación entre la pareja. También aseguró que se encontraba en Serbia cuando sucedieron los hechos y que no iba a viajar a Madrid para impulsar la búsqueda de su mujer por «problemas con el idioma». De paso, se negó a someterse a la prueba del polígrafo que le propuso el FBI.

Tras eso, la investigación quedó a cargo de la Unidad Central de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV). La Policía española comenzó a reconstruir los últimos pasos de Ana interrogando a varios hombres con los que tuvo contacto a través de la aplicación Bumble. Nunca llegó a quedar con ellos.

Finalmente, los investigadores españoles han terminado colaborando con la Policía de Colombia y el FBI. Precisamente, ha sido éste último cuerpo policial quien ha detenido al marido de Ana María en el aeropuerto de Miami.

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