Taralli de limón esmaltado: las exquisitas rosquillas italianas con un glaseado irresistible

Los tarallis son unas rosquillas tradicionales de Italia, especialmente de las provincias del Sur, que se asemejan a las masas preparadas en España. Como suele suceder, cada región aporta su toque especial a la receta ‘base’ y vamos a encontrar muchas formas de elaborarlas. A continuación, elegimos enseñarte a hacer unos exquisito taralli de limón esmaltado con un glaseado delicioso y súper sencillo. ¡Toma nota y sorpréndete con esta nueva receta!

Receta fácil de Taralli de limón con un glaseado infalible

Ingredientes:

Para la masa:

Para el glaseado:

• Azúcar glas: 3 cucharadas soperas

Cómo hacer Taralli de limón glaseado:

1. En un bol, mezclamos la harina, la levadura química (polvo para hornear) y el azúcar con una pizca de sal.
2. En seguida, añadimos el aceite, los huevos y la ralladura del limón. Removemos bien hasta obtener una masa pastosa.
3. Pasamos la masa a la encimera/mesada y amasamos hasta que quede suave y más uniforme. Hacemos un bollo y dejamos reposar durante unos 10 minutos tapado con un paño limpio.
4. Empezamos a dar forma a nuestros taralli de limón. Cogemos un buen trozo de masa y lo estiramos con las manos sobre la mesada/encimera para formar un cilindro de 1 cm de diámetro, aproximadamente. Si es necesario, unta tu mesa de trabajo con un poco de aceite para que la masa no se pegue durante el armado.
5. A continuación, cortamos secciones de unos 10 a 12 cm de largo y, con cada una de ellas, hacemos un nudo torciéndolas sobre sí mismas.
6. Disponemos las rosquillas en una placa o bandeja de horno forrada con papel manteca. Recuerda dejar un espacio entre ellas, pues crecerán durante el horneado.
7. Precalentamos el horno a 180º y horneamos nuestros tarallis de limón durante unos 20 minutos, o hasta que se vean doradas. Retiramos del horno y dejamos enfriar en temperatura ambiente.
8. Por último, preparamos el glaseado: en un tazón o plato hondo, colocamos las 3 cucharadas de azúcar glas tamizado y vamos añadiendo el zumo del limón, mezclando con unas varillas pequeñas o con un tenedor. La idea es un glaseado de color blanco, con buena consistencia (que no quede liquido) y un gusto a limón notable.
9. Finalmente, sumergimos la parte superior de cada rosquilla en el glaseado de limón y dejamos enfriar para que se endurezca.

¡Listo! Ya puedes disfrutar de unos deliciosos taralli de limón esmaltados. Son perfectos para servir en las meriendas y agasajar a tus invitados, con una buena taza de café o una infusión bien caliente.