Receta de callos de la abuela

Un buen plato de callos de la abuela puede ser esa receta mágica que nos levante el animo durante estos días. El tiempo no acompaña y se necesita una buena dosis de energía para poder disfrutar de unos días con el ánimo por las nubes. Los callos son fáciles de preparar y tienen ese sabor especial que hace que queramos mojar pan. Un poco de morcilla y chorizo son indispensables, al igual que unos minutos a fuego lento para que queden increíbles. Si quieres recordar esos sabores tradicionales de los de toda la vida, toma nota de esta receta sencilla y deliciosa de callos de la abuela.

Ingredientes:

Cómo preparar unos callos de la abuela

1. Los callos de buena calidad marcarán la diferencia. Comprarlos a una carnicería de confianza debe ser imprescindible. Este ingrediente tiene algunos enemigos al conocerse la parte de la que está hecha, pero su sabor merece la pena.
2. Lo importante de los callos es que estén muy limpios. Los lavamos en casa con abundante agua fría. Escurrimos los callos y los dejamos bien secos.
3. Seguimos con la cebolla. La pelaremos y cortaremos en trocitos del mismo tamaño. Basta con partirla en 4 trozos grandes, nos interesa que nos aporte su sabor dulce a la cocción de los callos.
4. Podemos usar una olla exprés o convencional. Colocamos los callos en la olla, le vamos a colocar la cebolla cortada en trocitos, los ajos, la sal y el vino.
5. Cubrimos todo con agua y cocinamos durante una hora. Pasados unos 50 minutos colocamos aceite de oliva en una sartén, le agregamos el pimentón y mezclamos fuera del fuego para que no se queme.
6. Colamos los callos, cubrimos con el aceite de pimentón, les pondremos un poco de agua y la guindilla justa. Este ingrediente le dará el toque picante y deberá administrarse con moderación para que nos quede una receta perfecta.
7. Los últimos ingredientes en entrar en acción son la morcilla y el chorizo que necesitarán los últimos 5 minutos de cocción para estar perfectos.
8. Solo nos quedará apagar el fuego y colocarlos en una fuente. Es importante disponer del suficiente pan para disfrutarlos al máximo.