TV3, la tele de los okupas

TV3
Xavier Rius
  • Xavier Rius
  • Director de Rius TV en YouTube. Trabajó antes en La Vanguardia y en El Mundo. Director de e-notícies durante 23 años.

El Telenoticias mediodía del pasado miércoles echaba humo. Dedicaron más de seis minutos al desalojo de los okupas de un antiguo instituto de Badalona. Era el tercer tema del día tras la comparecencia de Santos Cerdán en el Senado y la peste porcina. La bestia negra, claro, era el alcalde, Xavier García Albiol.

El presentador, Xavi Coral, empezó diciendo que «el ayuntamiento no realojará a las 400 personas que han malvivido» en el edificio y que «las entidades denuncian la falta de atención de las personas que se han quedado en la calle»

Luego venía la crónica con los gritos habituales de «fuera racistas de nuestros barrios» y una retahíla de testimonios: Carles Sagués, de Badalona Acull, lamentaba que «se han ido marchando, pero sin saber dónde van a dormir». Mientras que Ansu, que había vivido en el inmueble, se preguntaba: «¿Dónde van a dormir?».

La cadena autonómica explicaba que la operación policial se había iniciado «cuando todavía era oscuro» y que «decenas de furgonetas de los Mossos» habían rodeado la zona. En las imágenes, se veía a personas que protestaban, todos subsaharianos, tocando el tambor y entonando consignas. Algunos con móviles en las manos.

Luego hablaba Mamadou Seydi, portavoz de Organización Juvenil Socialista de Cataluña —de representatividad desconocida—, y denunciaba que se les «dejaba en la calle». Y, en efecto, la redactora de la primera crónica, Clara Pàmies, terminaba explicando que «ya no queda nadie y la mayoría de los que malvivían se han desplazado a pocos metros de aquí». Ese es el problema.

Más tarde venía el drama humano, que lo es. El presentador, Xavi Coral, en otra conexión, afirmaba que los desocupados «se quejan de que no pueden ir a ningún lado». Mientras el periodista en la calle, Bernat Rexach, explicaba que el desalojo había terminado «con una veintena de detenidos en aplicación de la ley de extranjería».

«La mayoría de personas han quedado en la calle a las puertas del invierno o, mejor dicho, han vuelto a quedar en la calle porque muchos provenían de otras naves que habían sido desalojadas anteriormente», añadía.

«El alcalde ha sido muy contundente», terciaba. Albiol salía exactamente quince segundos. Recogían dos declaraciones suyas. Una diciendo que «sacaríamos a esta gente y lo hemos hecho». Y otra en la que aseguraba que «en Badalona lo tenemos muy claro, nosotros no priorizaremos a una persona en situación irregular y además que sea conflictiva a la hora de acceder a una vivienda pública».

Había todavía un tercer bloque sobre la incompetencia, según la cadena, de las administraciones. Anna Selva, de Cáritas Badalona, aseguraba que «no hay políticas públicas que den respuesta». Un desalojado, Bada Khass, con mascarilla —no sé si por razones médicas o para ocultar su rostro- pedía «un piso para vivir con mi familia y mi hermana».

Otro se preguntaba «de qué sirven las casas que están cerradas» y revelaba que algunos de los desalojados eran cocineros o camareros que «dan a los españoles de comer».

Había finalmente el turno de las abogadas de los okupas. Mireia Salazar denunciaba que «Badalona no tiene un albergue de emergencias sociales». Por su parte, Marta Llonch declaraba, en tono irónico, que «no sé si se piensan que se va a evaporar la gente». Incluso denunciaba que había mujeres que habían sufrido «violencia de género». No sé si por parte de sus propios compañeros.

Lo que no decía TV3 es que el edificio ha generado problemas desde hace años. No solo de convivencia o de inseguridad ciudadana, sino incluso de salubridad, en casos de tuberculosis recientes. Hasta en una ocasión fueron agredidos dos periodistas —un redactor y un cámara del programa Espejo Público de Antena 3— que intentaban hacer su trabajo, entre otros incidentes.

Aunque, se mire como se mire, el desalojo de Badalona es un fracaso. No por la operación policial en sí, sino porque las 400 personas —sospecho que ninguno con papeles— volverán ahora a ocupar otro local o deambularán por la calle.

Lo que deberían haber hecho los Mossos es iniciar su proceso de expulsión a sus países de origen. Sobre todo ahora que Junts pide competencias plenas en materia de inmigración. Que las ejerzan. Creo que fue Sarkozy el que dijo aquello de que «en Europa no cabe todo el mundo». Pues eso.

Una cosa similar también la dijo en su día Salvador Illa. En una sesión de control el 28 de enero de 2024. «Aquí no pudo venir todo el mundo, no puede ser». Hasta lo recogieron las cámaras de La Sexta.

Posteriormente, con el ascenso de Aliança Catalana, ha ido alejándose del mensaje para marcar distancias con la alcaldesa de Ripoll. Hace apenas un par de días. En un acto en Palau en recuerdo del escritor Francesc Candel (1925-2007) dijo casi lo contrario: «La inmigración nos hace ser un país mejor».

Illa es de la escuela de Pedro Sánchez, que también cambia de opinión. Como con la amnistía. En el pleno de esta semana dijo dos veces, en respuesta a Junts y a ERC, que espera que se haga «efectiva» el año que viene. Qué lejos queda aquel mitin del 12 de mayo del 2022, todavía en la oposición, en el que aseguró que «ni amnistía ni nada de eso». «Lo repito para que quede claro: ni amnistía ni nada de eso», insistió. Palabra de Illa.

Lo último en Opinión

Últimas noticias