Podemos pasa de la PAH

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Manuela Carmena junto al líder de Podemos, Pablo Iglesias, durante un acto de la campaña electoral (Foto: Getty)

Podemos margina a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Madrid (PAH) al tratarlos con displicencia en la puerta de su propia sede. Una actitud lamentable si tenemos en cuenta que los morados no han parado de sacar réditos políticos a costa de la utilización interesada de los desahucios. Los miembros de la PAH han encontrado silencio cuando esperaban hablar con Pablo Iglesias y Pablo Echenique para exponerles los puntos principales de una problemática que no cesa. La organización fue un símbolo del 15M y trampolín mediático para varios dirigentes podemitas como Rafa Mayoral e Irene Montero o la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, de la confluencia Barcelona En Comú.

Ahora, cuando todos ellos han logrado situarse en el centro de la escena política, ningunean sus orígenes. La posibilidad de alcanzar el poder ha mostrado la cara real de la formación liderada por Iglesias. Dado el trato que les están dispensando, parece que los idealistas que se quedaron en la organización antidesahucios se han convertido en una molestia. No es de extrañar, ya que si en algo han fracasado las marcas blancas de Podemos ha sido a este respecto. Valgan los ejemplos de Barcelona o Cádiz. En esta última ciudad, el alcalde, José María González ‘Kichi’, casi sale a escándalo diario.

No obstante, el caso más flagrante es el de Madrid. El Ayuntamiento de Manuela Carmena es incapaz de dar una solución coherente a los más de 700 casos que han llegado a su ‘Oficina Antidesahucios’. Algo que ha llevado a la PAH a catalogar su comportamiento de «traición». La actitud distante y «ministerial» que se han encontrado en la sede de Podemos muestra la verdadera esencia de aquellos que se autodenominan «pueblo» sólo cuando se encienden las cámaras o hay alguna urna cerca. Después, pagan con desprecio a cualquiera que ose criticar su pensamiento único. Como les contara OKDIARIO, la Plataforma en la capital de España ya denunció que el concejal Nacho Murgui había tratado de comprar su silencio a base de subvenciones.

Pruebas inequívocas de que si la nueva política existió alguna vez, se quedó colgada en el perchero de alguna de las casas okupas que habitaron los hoy jerarcas populistas. La organización podemita está más preocupada por sentir el tacto del poder que por solucionar los problemas que surgen a pie de calle. Una evidencia si atendemos a las mentiras y contradicciones de Rita Maestre en este particular. La portavoz del Ayuntamiento de Madrid sigue insistiendo en un trabajo «conjunto y constante» con la organización. La realidad, sin embargo, señala una ruptura total de las relaciones.

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