Más gasto público para esconder la recesión

Más gasto público para esconder la recesión

La información que este viernes ofrece OKDIARIO resulta preocupante. Que el actual presidente de España, Pedro Sánchez, pretenda esconder la incipiente desaceleración económica multiplicando por cuatro el gasto público denota una insólita mezcla de radicalismo y frivolidad; dos características que resultan letales para cualquier acción política y, sobre todo, para los ciudadanos que han de padecerla. Para evitar caer en la recesión técnica que los analistas más solventes coinciden en señalar como inminente, España no necesita electoralistas huidas hacia adelante, ni menos aún el irresponsable dispendio del gasto de la Administración. En nuestra memoria colectiva todavía colean frescos dos ejemplos que ilustran lo nefasto que resulta gobernar así: nos referimos al célebre debate electoral de 2008 entre Pedro Solbes y Manuel Pizarro, cuando el candidato socialista y futuro ministro negó la llegada de la crisis, y al infausto ‘Plan E’ de José Luis Rodríguez Zapatero que, lejos de reactivar la economía, solo generó en el peor momento unas pérdidas adicionales de 7.800 millones de euros.

La España de 2019 no es la España de 2008, sin duda, pero hay pautas que vuelven a repetirse. Una de ellas viene recogida en el último informe trimestral del Banco de España, donde la entidad señala que la tasa de destrucción de empleo ha regresado, a finales de 2018, a los niveles previos a la crisis de 2008. Sabemos, además, que el sector exterior comienza a caer y que los principales componentes de la demanda interna –consumo e inversión– están ralentizándose a pasos agigantados; una demanda interna que, si en los datos oficiales es capaz de seguir dando el do de pecho, precisamente lo hace gracias al artificial bombeo de gasto público que el Gobierno ha puesto en marcha de cara a las próximas elecciones generales, autonómicas, europeas y municipales.

En este sentido, Sánchez demuestra ser fiel discípulo de su antecesor socialista. En vez de preservar la despensa para los peores momentos que están por llegar, prefiere dopar la economía para, de este modo, con el PIB inflado por el gasto público, afrontar con mayores probabilidades de victoria los inminentes comicios. El PSOE vuelve a las andadas.

Lo último en Opinión

Últimas noticias