La RFEF cree que el Gobierno se vengó de Rocha por no sentar a Uribes al lado del Rey en la Eurocopa
Desde la Federación Española de Fútbol creen que lo sucedido en el palco de Gelsenkirchen con Uribes propició el oportuno comunicado del TAD
El Gobierno de Pedro Sánchez decidió incrementar el nivel de crispación en el fútbol español en la mañana del viernes después de que la instructora del Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) propusiese sancionar a Pedro Rocha, actual presidente de la Federación Española de Fútbol, con seis años de inhabilitación para ocupar cargos en cualquier federación deportiva por «tres infracciones muy graves».
El TAD expone que esas faltas cometidas presuntamente por Rocha tienen que ver con el despido de Andreu Camps –hasta hace unos meses secretario general de la RFEF con Rubiales– extralimitándose en sus funciones de presidente de la gestora. Ese mismo argumento se usa para establecer como infracción grave que la Federación se personara como acusación particular en el caso Brodie. Y finalmente por la rescisión del contrato externo con el despacho de abogado GC Legal. Por cada infracción, el TAD propone una sanción de dos años, con un total de seis.
Horas después de esta decisión, con la que el Gobierno de España pone en jaque otra vez el futuro del fútbol nacional, desde Las Rozas creen que esta premura por hacer pública la propuesta del TAD puede guardar relación con lo que sucedió horas antes en el palco de honor del Arena aufSchalke de Gelsenkirchen durante la celebración del España-Italia perteneciente a la segunda jornada de la fase de grupos de la Eurocopa.
Lo ocurrido en el palco de honor es un cúmulo de malas decisiones del Gobierno de España que terminó con José Manuel Rodríguez Uribes, presidente del Consejo Superior de Deportes, relegado a una esquina y fuera de las fotos. Y ya sabemos todos bien lo que le gusta al Gobierno de Pedro Sánchez una buena instantánea y más al lado del Rey.
La UEFA, encargada de designar quién se sienta en cada sitio en el palco de honor de los estadios de la Eurocopa, otorgó tres asientos a la Federación Española de Fútbol. Uno era para Su Majestad el Rey Felipe VI, presente en el partido, otro para Pedro Rocha, presidente de la Federación Española de Fútbol, y el tercero para Álvaro Miguel Casanueva, secretario general del organismo federativo. Esto, como era de esperar, no gustó en Moncloa, que no dudó en presionar al máximo para conseguir que el Uribes se sentase en la primera fila. Eso sí, muy alejado del centro, donde estaba Felipe VI y Rocha.
El afán de protagonismo del Gobierno de Pedro Sánchez les llevó a cometer un error, puesto que la Federación, que tiene muy pocas ganas de entrar en conflictos con el Gobierno, puso todo de su parte para satisfacer el deseo del Ejecutivo, aunque les salió el tiro por la culata. Y es que, la Federación cedió su sitio, relegando al secretario general a unas filas más atrás, pero la UEFA colocó a Uribes en una esquina.
Desde la Federación Española hicieron todo lo posible para que el Gobierno se saliese con la suya, pero la jugada nos les salió bien y, casualidad o no, con Sánchez de por medio las casualidades no suelen existir, al día siguiente salió una noticia que pone en peligro al fútbol español y amenaza seriamente la candidatura de España para el Mundial 2030.
El Mundial, amenazado
La inhabilitación de Pedro Rocha pondría en serio riesgo ese proyecto para España. En las próximas semanas se tiene que realizar la presentación del dosier de esa candidatura y ya desde Las Rozas se señaló de forma reiterada la posibilidad de que España se quede fuera de la organización del mismo si hay una injerencia clara del Gobierno en la Federación Española.
Y eso es lo que podría pasar ahora, ya que la resolución final del TAD -para la que quedan algunos días todavía, toda vez que Rocha tiene ahora diez días para formular alegaciones y presentar documentos a esa propuesta de inhabilitación de seis años- se podría entender por parte de FIFA y UEFA como injerencia gubernamental. El TAD, si bien debe actuar como independiente, está adscrito al Consejo Superior de Deportes (CSD), que es un órgano del Gobierno de España.
Esta propuesta de inhabilitación supone una «irresponsabilidad» por el momento en el que se hace. Este tipo de decisiones, expresan, «tienen sus consecuencias», entre ellas la posibilidad de perder un Mundial, en concreto el del año 2030.
Desde la RFEF explican que la propuesta del TAD contra Pedro Rocha «basa su solicitud de inhabilitación en medidas que han sido tomadas por sentido común y con sentido de la justicia, desde la más absoluta legalidad y de acuerdo a la norma». Veremos si el sentido común impera y no volvemos a tener nuevamente el fútbol español patas arriba en los despachos por una patalea gubernamental por no hacerse una foto con Felipe VI en la Eurocopa. La imagen de la Federación vuelve a ser usada con fines políticos.