En punto muerto

El caso Rubiales se congela ante la falta de pruebas

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Rubiales, justo antes de declarar en los Juzgados de Majadahonda. (Getty)
Francisco Rabadán
  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

Hace algunas semanas parecía que el fútbol español se encontraba sumido en el mayor escándalo de su historia. Detenciones por toda la península, registros, prestigiosos abogados durmiendo varias noches en el calabozo y hasta posibles fugas internacionales. El 20 de marzo de 2024 se dio el pistoletazo de salida al caso Brodie como si se tratase de una película de Martin Scorsese y pasadas varias semanas poco o nada queda de aquel ruido inicial por falta de pruebas.

Por los juzgados de Majadahonda ha pasado todo el mundo, y voluntariamente, incluyendo al investigado ex presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, a quien situaban en la cabeza de la investigación. El granadino regresó proveniente de República Dominicana para someterse a la justicia y el pasado 29 de abril declaró ante la jueza saliendo en libertad.

Las únicas medidas que interpuso la jueza contra el presunto cabecilla de la trama ha sido que declare una vez al mes ante los juzgados y que pida permiso si viaja al extranjero. Parecen represalias bastante vagas, habida cuenta de que se le acusaban de un glosario de presuntos delitos como corrupción en los negocios, administración desleal, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal.

OKDIARIO se ha puesto en contacto con algunos de los afectados por esta investigación amparada por el Juzgado de Instrucción Número 4 de Majadahonda y «señalan que se trata denuncia es falsa a todos los niveles». «Nunca debió suceder todo esto. Ni las detenciones, ni las graves difamaciones que estamos sufriendo. Hemos perdido nuestros puestos de trabajo y lo único que se hizo en la Federación es la mejor gestión de la historia», defienden.

Es cierto, que toda la maquinaria relativa a este caso hizo que la Federación Española de Fútbol decidiese romper cualquier acuerdo o relación con los investigados en la denuncia hasta que la propia jueza Delia Rodrigo decidiera imputar al sucesor de Rubiales en la presidencia de la Federación, Pedro Rocha, sin que este se viese afectado por la misma vara de medir.

«¿Por qué hemos perdido nuestros puestos de trabajo? Porque un loco resentido ha inventado que los fondos de la Federación se utilizaban mal. Todo esto es falso. A veces tenemos la sensación de haber sido conejillos de indias por la persecución de algunos poderosos contra Luis Rubiales. No hay pruebas ni las va a haber. Todo es un desaguisado. Un enorme error», defienden estas mismas fuentes cercanas a la investigación.

Un conflicto diplomático

Lo cierto es que la actuación de la Justicia hasta la fecha no ha conseguido demostrar nada contra Rubiales y sus colaboradores más cercanos. «Se ha denunciado falsamente también que el presidente pudo cobrar comisiones ilegales de una empresa de construcción, de la empresa de Piqué o recibir terrenos del Reino de Arabia… A estas alturas no podemos entender que no haya habido un conflicto diplomático porque un juzgado español haya dado credibilidad a un ex empleado (Juan Rubiales) resentido sin que haya traído prueba alguna», añade uno de los protagonistas de la causa.

La resolución del caso apunta a ser interminable, pese a la evidente falta de pruebas. «Estamos incrédulos porque en la RFEF hemos trabajado codo con codo con las fuerzas del orden y no podemos entender que se dé credibilidad a una denuncia falsa. No son conscientes del daño que han hecho, destrozando la vida a tantas personas y que se empañe la imagen de un trabajo excelente», apuntan.

En este caso muchos recuerdan lo ocurrido hace algunos años con el ex presidente Ángel María Villar, quien estuvo en prisión preventiva un par de semanas y que fue apartado de todos sus cargos. Siete años después de aquello no ha sido todavía condenado por ningún delito y sigue a la espera de que la Justicia determine su futuro.

Quizá Luis Rubiales y los que le rodean tengan más suerte y su caso puede que sea resuelto más rápido ante la falta de pruebas. Lo que es evidente es que muchas personas han sido perjudicadas por una denuncia que, de momento, no ha conseguido más que hacer ruido, ensuciar muchos currículums y no demostrar que se obrase en contra de los intereses de la Federación Española de Fútbol.

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