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La lista de la OCU con los peores helados del supermercado: no los compres

OCU peores helados
Blanca Espada

Estando en pleno verano, y con el calor sofocante que producen las olas de calor, lo más normal es entrar a un supermercado y comprar un helado, y más cuando las opciones de estos son variadas. Sin embargo, es mejor elegir bien y  para ello leer la etiqueta del helado que queramos comprar tal y como recomienda la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) que ha analizado más de 50 helados que se venden en supermercados de toda España y ha desvelado cuáles son los peores y también, los mejores.

En su estudio, la OCU ha encontrado que muchos de los helados que se venden actualmente en el supermercado, tienen demasiado azúcar, muchas grasas saturadas y muy poco valor nutricional. Una mezcla que, si se consume con frecuencia, puede pasarte factura. Sobre todo si en casa hay niños que toman estos productos a diario como si fueran una merienda más. Y aunque todos sabemos que los helados no son precisamente lo más saludable del mundo, hay algunos que directamente deberían tomarse de forma muy ocasional pero que además, sorprendentemente, son de marcas muy conocidas. Descubramos entonces cuáles son los peores helados del supermercado según la OCU.

Los peores helados del supermercado según la OCU

En la parte baja del estudio que ha hecho la OCU, aparecen dos helados de Nestlé que, pese a su popularidad, no convencen a nivel nutricional. El Oreo Stick Sandwich, por ejemplo, tiene 31 gramos de azúcar y 13 gramos de grasas saturadas por cada 100 gramos. A eso se le suma que no contiene nada de fibra, y el resultado es claro: calificación E. Es decir, lo peor dentro del sistema NutriScore.

Algo parecido ocurre con el Choco Clack, también de Nestlé. Su composición es prácticamente idéntica y recibe la misma nota: otro E. Ambas opciones son muy calóricas y poco equilibradas, lo que las convierte en una elección poco recomendable. La OCU insiste en que estos helados pueden formar parte de la dieta, pero de forma muy esporádica. No deberían ser una rutina, ni para niños ni para adultos.

Los helados que sí aprueban

Por suerte, no todo es malo. Hay alternativas más ligeras y equilibradas para quienes quieren refrescarse sin pasarse con el azúcar o las calorías. En primer lugar, destaca el Huracán de Gellatelli (Lidl), un polo sin gluten ni lactosa que apenas tiene 105 kcal por 100 gramos, y solo 3 gramos de grasa. Su puntuación en NutriScore es una C, la mejor del análisis.

Otro que sorprende para bien es el Pirulo Happy de Nestlé, que consigue una nota B (la única del estudio). No tiene grasas, incluye un 20 % de zumo de fruta y aporta solo 79 kcal por 100 gramos.

Dentro de los helados de crema, el Sándwich de Nata de Nestlé consigue destacar entre los mejores. Tiene 261 kcal por 100 g, pero su contenido en azúcar es más moderado que el de otros productos similares, lo que le permite conseguir una calificación C. No es perfecto, pero sí una opción algo más equilibrada dentro de su categoría.

No todos los helados engordan lo mismo

Es fácil caer en el error de pensar que todos los helados engordan igual, pero no es así. Según la OCU, los polos y sorbetes tienen una media de 100 kcal por 100 gramos, mientras que los helados de leche suben a unas 210 kcal. Los más calóricos son los que incluyen barquillo o galleta, que alcanzan fácilmente las 300 kcal por la misma cantidad. Además, es importante fijarse en el tamaño de la ración.

¿Cómo conservar bien los helados en casa?

Una vez has elegido el helado que más te convence, la OCU señala que hay otro detalle que no conviene pasar por alto: cómo lo transportas y lo guardas al llegar a casa. Si haces una compra grande, lo mejor es dejar el helado para el final. Así pasa menos tiempo fuera del frío. Y si sabes que vas a tardar en llegar, una bolsa térmica te puede salvar el día.

Ya en casa, lo suyo es meterlo al congelador cuanto antes, sin que pase por la nevera ni por la encimera. Y aquí un detalle que muchos olvidan: la temperatura del congelador debe estar por debajo de los -18 °C. Si está más alta, el helado puede cristalizar o perder textura. Y por cierto, si alguna vez se ha descongelado por completo, lo más sensato es no volver a congelarlo. A veces parece que no ha pasado nada, pero puede haber cambios en su sabor… o algo peor.

¿Son todos seguros para niños pequeños?

La OCU también lanza una advertencia sobre el riesgo de atragantamiento en niños menores de 4 años. Algunos productos, como el Pirulo Frutti o el Smarties Pop Up, incluyen piezas pequeñas que pueden suponer un peligro si no hay supervisión. De hecho, en el envase ya se advierte que estos productos no son aptos para los más pequeños. Conviene leer siempre la etiqueta y elegir con cabeza.

¿Qué pasó con el colorante annato?

Hasta hace poco, muchos helados incluían el aditivo E-160b, conocido como annato, para darles color. Sin embargo, la Unión Europea lo ha eliminado como ingrediente autorizado porque sus componentes, la bixina y la norbixina, tienen propiedades toxicológicas diferentes. Desde 2020 ya no se puede usar, aunque algunos envases antiguos todavía lo mencionan.

Pero según la OCU, algunas webs de supermercados aún muestran este ingrediente en productos como el Drácula de Frigo o el Pirulo Happy, sin embargo los fabricantes ya han actualizado sus fórmulas y lo han sustituido por otros colorantes más seguros.

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