La purga del PSOE no acaba: Sánchez quiere desgastar a su nº 3, Santos Cerdán, con la campaña del 28-M
Fue el responsable de la campaña de las últimas elecciones andaluzas en plena pugna con Lastra
Pedro Sánchez tiene bajo la lupa a Santos Cerdán. La labor del número 3 del PSOE, al que varios dirigentes daban por cesado en la última remodelación de la Ejecutiva Federal, sigue en entredicho. Con la dimisión de Adriana Lastra y la reconfiguración de la dirección, dando entrada a María Jesús Montero, Pilar Alegría y Patxi López en el núcleo duro, Sánchez espera que los movimientos internos de Cerdán por hacerse con más poder cesen. Pero aún ocurriendo eso, apuntan en el entorno del presidente, su continuidad hasta el final del mandato no está asegurada. El líder del PSOE, según las mismas fuentes, encargará al secretario de Organización la dirección de la campaña de las municipales y autonómicas para desgastarle y tener motivos para fulminarlo si los pronósticos de un mal resultado se cumplen.
Cerdán, junto al secretario de Estrategia y Acción Electoral, Javier Izquierdo, ya fue el responsable de la campaña de las últimas elecciones andaluzas. De hecho, aunque no fue nombrado director de campaña por la pugna que mantenía con Lastra, optando pues por una dirección colegiada con Izquierdo, Santos Cerdán era el máximo responsable de la estrategia de Ferraz y del PSOE andaluz -que en gran parte se dirigía desde la Ejecutiva Federal-. El número 3 del PSOE se pasó prácticamente un mes en Andalucía, con viajes constantes a Madrid, para rediseñar los mensajes e incluso la presencia del presidente y de los ministros en la carrera hacía San Telmo de Juan Espadas. Pero él mismo, tras la debacle, se encargó de que todos señalasen a Adriana Lastra -como responsable de comunicación del partido-.
Tras la dimisión «por motivos personales y de salud» de la ex vicesecretaria general, que con el paso de los días y los movimientos que se han producido en el PSOE se ha evidenciado que tras su renuncia había sobre todo diferencias internas entre los máximos dirigentes del partido, principalmente entre la ex número 2 y el propio Cerdán, el diputado navarro es la última ficha que le queda a Sánchez por mover y así renovar por completo el organigrama de la cúpula socialista. Se negó a irse cuando el presidente se lo pidió a mediados de julio. Santos Cerdán sustituyó a José Luis Ábalos de forma interina tras su renuncia al saber que iba a ser cesado como ministro de Transportes, Agenda Urbana y Movilidad, y se convirtió en uno de los hombres con más poder en el PSOE tras el congreso de octubre en Valencia y era uno de los más influyentes sobre Sánchez. Su lugarteniente en el número 70 de Ferraz.
Adjunto
De momento Sánchez le ha puesto una sombra a Cerdán. Para vigilarle de cerca. Tras negarse a dimitir, pese a las presiones del entorno del presidente, en la remodelación de la Ejecutiva Federal del pasado mes de julio el líder socialista impuso la figura de un adjunto al secretario de Organización que no existía hasta el momento. El jinense Juan Francisco Serrano Martínez ocupa esta nueva responsabilidad. Serrano tendrá relación directa con las federaciones territoriales impidiendo así que Cerdán se haga fuerte y recabe apoyos de los cadáveres que Sánchez ha ido dejando por el camino y de dirigentes autonómicos descontentos con el rumbo de Ferraz.
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