Marlaska exige a las víctimas de ETA que apoyen las políticas del Gobierno para recibir subvenciones

El Ministerio del Interior que dirige Fernando Grande-Marlaska exige a las víctimas del terrorismo que soliciten ayudas públicas del Estado para trabajar por la memoria que deben «complementar» la acción política del Gobierno. Es decir, les insta a ir de la mano de un Ejecutivo que no se ha caracterizado precisamente por una especial empatía hacia las víctimas, sino todo lo contrario, por sus pactos con los herederos de los verdugos, el acercamiento semanal de presos de ETA, o su pasividad ante los homenajes a los pistoleros.

En concreto, la orden publicada por el departamento de Grande-Marlaska el pasado 3 de febrero primará en 2021 aquellas iniciativas planteadas por las asociaciones de víctimas que vayan en línea con la política del Gobierno, entregado a las exigencias de los proetarras de Bildu.

Así, el anexo de esta orden establece como «criterio de valoración» de las solicitudes de las entidades candidatas el nivel de «complementariedad con la actuación del Estado». De este modo, el Gobierno dará 0 puntos si la iniciativa «no complementa los proyectos del Ministerio del Interior, ni la propuesta es innovadora»; 2 puntos si bien «complementa los proyectos del Ministerios del Interior» o bien «la propuesta es innovadora» y 4 puntos si al mismo tiempo «complementa los proyectos del Ministerio del Interior y la propuesta es innovadora».

Esta «complementariedad» de la acción del Estado también era recogida en la concesión de subvenciones a las víctimas bajo mandato del Gobierno de Mariano Rajoy (PP), si bien ahora el escenario es bien distinto al de entonces, puesto que los ‘populares’ no tuvieron como socios a los proetarras de Bildu, que sí lo son del actual Ejecutivo de Sánchez y de Marlaska mientras se disparan, por ejemplo, los actos de culto a ETA y sus presos, con la consiguiente humillación a las víctimas.

Las víctimas del terrorismo han documentado un total de 193 actos de apoyo a ETA a lo largo de 2020, lo que supone un 57% con respecto a 2019, cuando hubo 108 acciones de culto a la banda asesina y sus pistoleros. Así lo recoge un informe difundido por el Observatorio de la Radicalización, un registro de la asociación Covite donde se computan todos los actos relacionados con la radicalización violenta en el ámbito etarra.

Este significativo aumento de tales enaltecimientos se ha producido en medio de la permisividad del Gobierno y en pleno idilio de Pedro Sánchez con Bildu, los herederos del brazo político de la banda. Los proetarras facilitaron la investidura y después pactaron con el Ejecutivo socialcomunista los Presupuestos de 2021. Es más, el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, quiere integrarlos en la «dirección del Estado».

«Insulto» a las víctimas

Precisamente, el Plan Estratégico de Subvenciones del Ministerio del Interior para el periodo 2021-2023, en el que se enmarca la citada orden publicada con posterioridad, fue objeto de polémica este miércoles en el Congreso de los Diputados.

En la sesión de control al Gobierno, el diputado de Vox Ignacio Gil Lázaro exigió a Grande-Marlaska que se disculpara por «insultar» a las asociaciones al incluir «manifestaciones insidiosas» en el Plan de subvenciones de Interior, publicado en el BOE el pasado 30 de diciembre, además de por la política penitenciaria y los acercamientos «masivos» de presos de ETA.

El Plan sostiene que «la mayor parte de estas entidades continúan solicitando todos los años subvenciones para los mismos programas, muchos de ellos desfasados o no adaptados a la realidad actual y a las nuevas necesidades de las víctimas del terrorismo». También añade que «existe una elevada atomización en el sector, con entidades pequeñas en muchos casos gestionadas por los miembros de las Juntas directivas, lo que repercute negativamente tanto en la formulación de las solicitudes de subvención y la ejecución de los programas, como en su posterior justificación». Además, alude a «cierto grado de enfrentamiento entre estas entidades en algunos temas y la ausencia de proyectos conjuntos con una mayor repercusión social».

Sin entrar en el fondo de la cuestión, Grande-Marlaska defendió ante Gil Lázaro el incremento de 30.000 euros (la partida asciende a 960.000) en las ayudas para las asociaciones de víctimas del terrorismo, cuya labor ha ensalzado por «crear memoria en el reconocimiento de la victoria contra ETA» y por llevar a cabo unas actividades que merecen una «valoración altamente satisfactoria», declaró.

Sin embargo, el diputado de Vox le ha reprochado que «desde su Ministerio se realizan afirmaciones insidiosas, veladas, sobre la gestión de las víctimas del terrorismo», con una «especie de velada amenaza diciéndoles que si quieren recibir subvenciones en el futuro tienen que dejar de criticar la política de su Ministerio y además invitarle a usted a sus actos».

«Mamporrero»

Gil Lázaro emplazó a Marlaska a preguntar «cara a cara» a las asociaciones de víctimas por su malestar, mencionando las excarcelaciones o que se consientan homenajes a presos de ETA, además de plantear por parte del Ejecutivo de PSOE-Podemos la despenalización del delito de enaltecimiento del terrorismo para que «tipos de la calaña de Hasél puedan verter su basura». «Usted ha pasado de azote judicial de ETA a mamporrero político de Bildu», le espetó el diputado de Vox al titular de Interior.

El pasado viernes, la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) cuestionó que Interior se refiera a los programas de algunas asociaciones como «desfasados o no adaptados a la realidad actual».