Telecomunicaciones

Vodafone, Telefónica y MásMóvil apuestan por la red de fibra de Adamo para llegar a la España rural

Adamo españa rural
Operario de Adamo.

Las grandes compañías de telecomunicaciones que operan en España han apostado en los últimos años por Adamo para acceder a las zonas rurales. El último fue Vodafone, que a finales de abril alcanzó un acuerdo comercial para usar su red de fibra óptica en más de un millón de unidades inmobiliarias ya desplegadas en esas áreas, que suelen ser poco rentables a la hora de invertir para las principales operadoras.

Sin embargo, en octubre del año pasado Telefónica empezó a utilizar la red de su competidor Adamo para llegar a zonas del medio rural donde no tiene cobertura de su propia red de fibra. Y si nos remontamos algunos años atrás, MásMóvil ya había contratado esos servicios al operador barcelonés.

En esa confluencia ha tenido que ver la propia estrategia de la empresa, que empezó a instalar fibra en la España rural en 2018, y las ayudas que empezó a recibir posteriormente para los despliegues. Ese dinero público sirve para subvencionar parte de las inversiones en poblaciones que por sí mismas habrían tardado tres años en tener sus propias redes porque son zonas menos rentables que, por ejemplo, un barrio entero de Madrid o Barcelona, donde se gana dinero de forma más instantánea y más fácil. La extensión de la banda ancha al 100% de la población con una velocidad de al menos 100 Mbps es un compromiso del Gobierno recogido en la estrategia España Digital 2025.

Punto de inflexión

2020 supuso un giro sustancial para Adamo. Ese año por primera vez Telefónica dejó de ser la operadora que más ayudas recibió. Se produjo el sorpasso de Adamo, a quien fueron 72 millones de euros para desplegar infraestructuras en 19 provincias gracias al Programa de Banda Ancha a Nueva Generación (PEBA-NGA). En 2021, se adjudicaría otros 8 millones para Granada. De esa forma, se llevó la mayor parte del pastel.

Con el programa Programa ÚNICO-Banda Ancha, Adamo logró otros 27 millones de euros también en 2021 para dar cobertura a siete provincias, algunas de ellas ya integradas en el PEBA. En total, con las dos subvenciones, Adamo percibió 107 millones para desplegar fibra en 630.000 hogares en áreas rurales, si bien esa cantidad no cubría todo el presupuesto necesario y está teniendo que aportar capital privado.

Adamo cuenta con 600 millones de euros destinados a potenciar su plan de expansión. Esa inyección de capital llegó en julio de 2021 de la mano del fondo de inversión sueco EQT, su anterior dueño que posteriormente vendió el negocio a la firma de capital riesgo francesa Ardian por unos 1.000 millones de euros. Con esos recursos el grupo pretende complementar el despliegue de infraestructuras en caso de que en un municipio haya más viviendas de las incluidas en los programas para instalar la fibra en el mundo rural. En el caso del PEBA, la fecha límite para completar el despliegue es el 31 de diciembre de este año, mientras que en el de Único es el 31 de diciembre de 2023, así que se están empezando ahora los trabajos.

«Las ayudas han contribuido a que le dé presencia en las zonas rurales, es un salto de categoría, y ha hecho que se fijen en Adamo los grandes operadores», explican fuentes del sector.

En resumen, las grandes operadoras han visto en Adamo un apoyo para penetrar en municipios donde es difícil acceder pero donde existe alta demanda de conectividad. «Básicamente, tienen un despliegue amplio y con un acuerdo llegas a muchos hogares», apuntan otras fuentes. «En un pueblo perdido de la mano de Dios, solo tiene infraestructura uno y la comparte con otros», agregan.

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