Gasto público

Sánchez dispara el gasto este año en 25.000 millones por los pactos con sus socios de investidura

Sánchez ha comprometido 25.000 millones de gasto extra por los pactos de Gobierno con Sumar y sus socios, según la consultora Freemarket

Sánchez, gasto
María Jesús Montero y Pedro Sánchez. (Foto: EP)
Carlos Ribagorda

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, ha comprometido sólo para este año 25.000 millones de euros de gasto público en los pactos alcanzados con sus socios para mantenerse en el poder. En 2024, el gasto público será de 719.890 millones de euros después de sumar lo comprometido por Sánchez en medidas como la subida de las pensiones del 3,8% o el incremento en la cooperación internacional al desarrollo. Sin esos pactos con sus socios, el gasto ascendería a 694.890 millones, según un informe de la consultora Freemarket.

De acuerdo con el informe de esta consultora, los pactos con sus socios incrementarán el gasto en el conjunto de la legislatura en 115.000 millones de euros, como se ve en la imagen, representado por la línea roja.

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Estos gastos comprometidos por Sánchez para mantenerse en el poder aumentarán por tanto la diferencia entre lo consumido y lo recaudado, que la consultora cifra para 2024 en algo más de 643.000 millones de euros. Con estos datos, de cumplirse, el déficit superaría los 75.000 millones al cierre del ejercicio. En porcentaje sobre PIB, la consultora calcula que el déficit en 2024 será del 3,8%, por lo que no se cumpliría con las reglas fiscales que la Unión Europea va a poner en marcha de nuevo este año -los Estados miembro están negociando ahora las condiciones-.

«El panorama descrito muestra con claridad la situación límite a la que ha llegado el binomio déficit-deuda en España y, también, el enorme error de no haber utilizado el aumento de la recaudación procedente de los ingresos ordinarios (tributos) y de los extraordinarios (inflación) para reducir de manera importante el déficit público en vez de para financiar una brutal expansión del gasto. Este escenario se agrava si se materializan a la largo de la legislatura los compromisos de gasto de la investidura cuyo impacto alcista sobre el binomio déficit-deuda son muy fuertes», señala el informe.

La consultora advierte ante estas cifras de que «si el endeudamiento de las finanzas públicas españolas era insostenible antes de los pactos de investidura, los compromisos de gasto asumidos por el Gobierno para lograrla las colocan en una situación que sólo cabe calificar de explosiva. Esto no tienen parangón con lo ocurrido en ninguna economía de la OCDE en el último medio siglo».

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La ministra de Hacienda, María Jesús Montero. (Foto: EP)

Sánchez ha seguido adelante con su política de gasto de los últimos años en sus pactos con sus socios. Buen ejemplo de ello es el alza de todas las pensiones contributivas en un 3,8%, que aumentarán el gasto en más de 7.000 millones de euros este año -que se consolidan para el siguiente-, o el incremento en la cooperación al desarrollo pactado con Sumar, otros 5.000 millones más.

Además, los sueldos de los funcionarios también deben subir este año, se ha renovado las ayudas al transporte o los bonos culturales para los jóvenes… El Gobierno asumirá además deuda de las comunidades autónomas tras el acuerdo alcanzado por Sánchez con los independentistas de Carles Puigdemont a cambio del apoyo de sus siete diputados en el Congreso.

De hecho, en febrero la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, iniciará las negociaciones con el resto de autonomías para pactar la condonación de la deuda que mantienen con la Administración central, tal y como han cerrado ya con 15.000 millones de deuda de Cataluña.

Más impuestos

La solución de Sánchez y de su Gobierno ha sido aprobar nuevos impuestos, algunos dirigidos a sectores concretos como las energéticas y la banca. Esta avalancha de nuevos impuestos eleva los ingresos al principio pero es perjudicial en otros aspectos claves de la economía. «Desde 2019, el Gobierno ha introducido 51 modificaciones tributarias que han contribuido de manera decisiva a deteriorar la competitividad fiscal de España. En el último quinquenio, España ha caído del puesto 23 al número 34 de ese ranking, un descenso no registrado por ningún otro Estado, situándose a la altura de Méjico y Colombia», señala Freemarket.

«El deterioro de esa variable afecta a todas las figuras impositivas y es el resultado de una política cuyo único objetivo es incrementar los impuestos para financiar un aumento exponencial del gasto sin tener en cuenta su negativo impacto sobre el trabajo, el ahorro, la inversión y el crecimiento», explica. «Esta estrategia, lejos de rectificarse o frenarse, se ve intensificada» por los acuerdos con sus socios.

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