Bruselas advierte a España de que la deuda y el paro siguen demasiado altos
La Comisión Europea (CE) ha advertido a España de que debe seguir reduciendo su elevado nivel de deuda pública y privada, así como por la persistencia de los altos niveles de paro y la elevada proporción de contratos temporales.
En su informe sobre desequilibrios macroeconómicos publicado hoy, el Ejecutivo comunitario señala que España registró desajustes «relacionados con los altos niveles de endeudamiento privado, público y externo, en un contexto de alto desempleo», es decir, en cuatro de los catorce indicadores que se analizan.
Bruselas señala que es necesario seguir reduciendo los niveles de deuda y que, si bien el endeudamiento privado cayó en 2016, el ritmo de reducción «se ha ralentizado» porque se ha recuperado la concesión de créditos, lo que a su vez ha generado un repunte de la inversión.
La deuda pública sigue alta
En cuanto a la deuda privada, recuerda que sigue alta y sólo desciende «lentamente» empujada sobre todo por el «fuerte» crecimiento. En 2016, la deuda pública en España se situó en el 99 % del producto interior bruto (PIB), y según las últimas previsiones de la CE, el ratio se reducirá solo al 98,4 % este año, al 96,9 % el próximo y al 95,5 % en 2018.
En el capítulo de desempleo, Bruselas reconoce que ha caído » de forma rápida» pero recuerda que sigue «muy alto, especialmente entre los jóvenes y los parados de larga duración», y subraya que «la creación (de empleo) se caracteriza por una elevado proporción de contratos temporales».
El Ejecutivo comunitario ya advirtió en febrero a España de que algunos aspectos de la reforma laboral crean «incentivos» para los contratos temporales que, dijo, «están asociados con peores condiciones de trabajo y mayor riesgo de pobreza».
Por otra parte, la Comisión señala hoy que la posición neta de inversiones internacionales (la diferencia entre las inversiones españolas en el extranjero y las extranjeras en España) «ha mejorado pero permanece muy alta» y considera «llevará tiempo hasta que alcance niveles prudentes».
Bruselas espera que la balanza por cuenta corriente siga registrando un «superávit moderado» a pesar de una fuerte demanda final, lo que atribuye «parcialmente» a la mejora de las exportaciones.
Recuerda también, como en ocasiones anteriores, que el crecimiento de los costes laborales sigue siendo muy débil y que las bajas ganancias en productividad hacen que la mejora de la competitividad dependa de la reducción de costes.
La Comisión indicó que, a la vista de estos resultados, «seguirá examinado la persistencia de equilibrios y su desarrollo». En comparación con el año previo, España se mantiene en la misma posición: registra desequilibrios en los cuatro indicadores citados, sin que éstos sean excesivos, y cumple los diez restantes.
Esto es, los relativos el tipo de cambio efectivo, la balanza por cuenta corriente, la cuota de mercado de las exportaciones, los costes laborales unitarios nominales, los precios de la vivienda, el flujo de crédito al sector privado, los pasivos totales del sector financiero, y la evolución a tres años de la población activa, el paro de larga duración y entre los jóvenes.
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